22. Choque

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Hill no la dejó participar en la misión a por la gema de la mente de forma directa, sólo pidió su colaboración si las cosas se salían de control, aparte de la ubicación de la señal de la energía Gamma.

Y Viernes lo entendió completamente, pero era una mala señal, una muy mala señal.

Significaba que estaban desconfiando de ella. Siempre había sido una posibilidad muy plausible, pero el que alguien a su cargo de proteger muriera no lo era, así que sus datos estaban tranquilos y se centraron en otras cosas para mantenerse ocupada.

Como volar hacia Siberia a investigar sobre los super-soldados.

Llegó a aquella base abandonada. El viento era frío, lo sentía en sus sensores de temperatura, mas no le afectaba para nada.

Luego de entrar fácilmente a la fortaleza sin seguridad, se encontró con cinco cápsulas que resguardaban a cinco super-soldados. Todos congelados e inconscientes, incapaces de protegerse o atacar.

Se tomó su tiempo para analizar a cada uno de ellos. Cuerpo, rostro, sus latidos, su metabolismo avanzado. Todo indicaba que eran más fuertes que Bucky y Steve por separado. A pesar de no tener datos concretos de sus facciones, sacó la conclusión de que eran voluntarios de HYDRA para que hicieran experimentos con los sueros que el soldado del invierno robó en 1991 a los Stark.

Se puso al medio de ellos, buscando entre sus opciones sobre cuál era más óptima.

Probablemente nadie los encontraría pero ese porcentaje variaba dependiendo si usaba lo que sabía de los aliados de SHIELD o sus traicioneros. Los aliados de HYDRA más nuevos o los de más experiencia. El peligro de que fueran despertados y fueran peligrosos estaba más de un 30% en todas esas opciones.

Era un asesinato sin pistas. Uno completamente limpio y sin testigos. Así que creó armas en sus brazos que asemejaban a la munición de pistolas de mano, y simplemente disparó con la frialdad que sus códigos le permitían ser.

Cinco tiros limpios en medio de la frente a cada uno.

Con eso la misión ya habría sido completada, si no fuera por una sensación externa a sus códigos.

No era una programación ya hecha, tampoco alguna indicación desbloqueada por fecha o acción. Era... Algo más.

Se paseó por el lugar hasta dar con el techo que cubría del clima.

Observó los pilares, la pared, el suelo y la blanca nieve.

Ella no entendía lo que estaba pasando con sus datos.

Pensó que quizás era algún virus.

Quizás se había desconfiado y alguien se metió a su programación.

O tal vez algo estaba fallando con los datos de su creador.

Pero estaba claro. Estaba convencida de que ya había visto ese lugar fuera de su código prescrito.

Vio con claridad un holograma de su creador tirado en el suelo mientras observaba el techo. Esa imagen duró pocos segundos, incluso habían sido milisegundos entre todo el caos de las conexiones de su matriz.

Ella sabía que había estado allí antes, pero la pregunta era cómo lo sabía. Era una androide, Viernes estaba convencida de eso, una simple inteligencia artificial hecha para obedecer a su creador y sus indicaciones.

Pero ahora... Chocaba con las fallas en su programación casi perfecta al no tomar en cuenta de la única posibilidad que Tony no tomó en cuenta.

De que Viernes podría volver a recordar parte de su vida anterior como su I. A.

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ᑭOᗯEᖇᖴᑌᒪ EᑎOᑌGᕼDonde viven las historias. Descúbrelo ahora