Al despertar, me fui directo a la escuela, tenía prisa ya que quería ver a Santiago. Uff pero que cosas digo.
Cuándo llegué sólo vi a Monserrat
—Hola. —saludé
—Hola Vanessa. —sonrió
—Oye —comencé a decir— ¿Santiago...ya...ya llegó? —susurré en la última palabra
—Si, está en la biblioteca estudiando para el examen de Historia —sonrió y se cruzó de brazos— ¿Por qué? —su sonrisa se hizo aún más grande
—P-por nada, —titubeé— curiosidad, sólo eso...bueno, ya me voy
—Uhm —frunció el ceño—. Ok adiós. —se encogió de hombros.
Me fui directamente a la biblioteca y ahí lo vi, sentado. Se veía tan lindo, OK no ya ni sé lo que digo, así que decidí acercarme sólo un poco hasta que...vi que una chica misteriosa se acercaba a él y lo abrazaba, por lo que vi supuse que era su novia, así que mejor para no molestarlo me dí la vuelta y me fui al salón. Creo que no debí hacerme ilusiones. Bien hecho Vanessa estoy orgullosa de mi ¿Qué acaso no has aprendido nada en los últimos años?
Llegué al salón, me senté y me dispuse a ver por la ventana, pero luego me pareció ver la presencia de Santiago, y si era él, estaba hablando con Montserrat
—Hola Monse, ¿oye has visto ah Vanessa? —me giré a verlo y luego me volteé de inmediato
—Si, está por allá. —le señaló
—Vale, gracias
—Oye por cierto, ella cuando llegó me preguntó donde estabas
—¿Y tu que le dijiste?
—Le dije que estabas en la biblioteca
—Oh ya veo, gracias por decírmelo. —se acercó a mi lugar, tocó mi hombro, yo me volví para verlo
—Hola Vanessa. —me sonrió
—¿Que quieres? —alcé las cejas
—Pues Monse, me dijo que preguntaste por mí. —se llevó una mano a la nuca
—Ah si, te iva a decir algo —alcé las cejas—. Pero creo que no tiene importancia. —me volví hacia el frente y me crucé de brazos
—Bueno...yo
—¿Y tu novia? —interrumpí volviéndolo a mirar
—¿Cual? —me limité a solo rodar los ojos
—No te hagas, la chica que vi en la biblioteca que te estaba abrazando muy cariñosamente
—Ella no es mi novia. —sus palabras me hicieron mirarlo a los ojos
—¿Ah entonces quien es? claro si se puede saber. —me crucé de brazos
—Es mi hermana. —me miró confundido
—¿T-tu hermana? —que tonta ¿como no lo pensé antes?
—Si, se llama Violetta
—Ah, bueno, está bien, ok. —francamente no sabía que decir.
Luego pensé que él se había dado cuenta que estaba celosa o algo así. ¿Vanessa de que hablas? ¿Tu celosa? Ni en sueños, por dios,
igual no le di mucha importancia hasta después, que fue la hora del almuerzo.
—Hola. —Santiago se acercó a mi mesa
—Hola
—¿Que haces aqui tan sola? —se sentó frente a mi
—Nada...solo leo, mis amigas estan por ahí estudiando para el examen de química
—Lo se, esos exámenes. —sonrió
—Si, oye si no fuera mucha molestia...uhm —acababa de recordar las palabras de mi madre pero no sabía como decirlo—. Te invito a mi casa a comer hoy
—Ah bien, ¿y solo yo iré o quién más?
—Pues, Monserrat y Jennifer ya me confirmaron
—Ok, acepto tu invitación. —sonrió de oreja a oreja
—Bien
Ya a la salida de la escuela Jennifer, Monserrat, Santiago y yo fuimos directo a mi casa y al llegar ahi.
—Bueno ya llegamos esta es mi casa. —abrí la puerta
—Que linda. —exclamó Jennifer
—Si, no tanto. —exclamé
—¿Oye y tus padres?
—Mi mamá, por lo visto esta trabajando como siempre
—¿Y tu papá?
—Pues mi papá esta...—sentí que una lágrima salió de mi ojo—. Mi papá, falleció hace años. —traté de no llorar
—Oh lo siento mucho Vanessa. —exclamó Santiago
—No importa. —me quité la lágrima que había en mi mejilla
—¿Y tienes 2 hermanas me imaginó?
—Desafortunadamente si, una se llama Catalina, yo le digo Cata o Gata y la otra se llama Daniela, yo le digo Dani o estúpida. —sonreí forzosamente
—No veo por que expresarse así de una hermana
—Créeme que, jamás lo entenderías Santiago —jamás lo haría—. Bueno vamos a comer. —volví a sonreír.
Llegó la hora de la comida, y como mi madre se iba a encargar de hacerla, tuve que pedir una pizza gracias a su "inesperada" ausencia. Igual me la estaba pasando bien, pero todo eso se desvaneció cuando Catalina gritó
—¡NESSA VEN AQUÍ EN ESTE INSTANTE! —su voz se escuchó desde el piso de arriba
—¡Voy! esperenme aquí que ya vuelvo. —corrí escaleras arriba hasta llegué a su habitación
—¡¿QUE, ESTÚPIDA, QUE NO VEZ QUE ESTOY OCUPADA?! —grité
—Ahhh, Nessa, Nessa, Nessita, aaahh. —Daniela me miró de una forma tan extraña
—¿Qué quieren? no me anden con rodeos. —fruncí el ceño
—Mira lo que encontramos en tu habitación. —Catalina sonrió perversamente. Tenía mi diario en sus manos.
—Estúpida ¿De donde sacaste mi diario? —grité
—Mmmm, no se, lo encontré debajo de TU cama. —rió moviendo mi diario de un lado al otro
—¡¡¡Sera mejor que me lo des o te agarro a golpes!!!
—Mmmm no, no lo haré. Ah a propósito ya se que estás enamorada de Santiago. —gritó cerca de la puerta
—Baja la voz —susurré—. Además eso que dices es mentira
—¿Es verdad Nessa, o no?
—Mira idiota, 2 cositas. Uno, no estoy enamorada de él ni de nadie y jamás lo estaré y dos, si tu abres la boca, vas a saber lo que es meterse con el diablo. —dije lo mas cortante y amenazante que pude
—Jaja, no me asustas. ADEMÁS A MI NO ME AMENAZES. Es más vamos a leer una cita más del diario de Nessa. —abrió mi diario en una página al azar
—¡¡YO PUEDO AMENAZRTE SI SE ME DA LA GANA. NO TE ATREVAS A LEERLO!!
—Haber...uhm veamos...oh Daniela, ve esto, esto que escribió ayer. Dice
"Querido diario...
Mañana invitaré a Santiago a comer, espero que acepte mi invitación. Uff ojalá yo pudiera decirle todo lo que siento cuando lo veo."
—¡DEJA DE LEER ESO! —logré arrebatarle el diario de las manos
—Oh y mira esto —me lo arrebató—. Al final dibujo corazoncitos y puso su nombre una y otra vez. Owww, tiene sentimientos. —se lo volví a quitar y en ese momento ambas se atacaron de risa a tal grado que empezaron a sudar y a aplaudir como focas retrasadas
—¡¡¡DE-JEN DE RE-ÍRSE!!! —mis mejillas se tornaron coloradas
—JAJAJAJA ES LO MÁS CURSI QUE JAMÁS EH VISTO JAJAJAJA ESE DIARIO MÁS BIEN PARECE UN LIBRO DE CHISTES JAJAJAJA Y LUEGO LO QUÉ DICE EN LA PÁGINA 20 JAJAJAJA POR DIOS VANESSA QUE CURSI ERES JAJAJAJA LE ESCRIBISTE UN POEMA JAJAJAJA NO PUEDO MÁS CON ESTO ME TENDRÁS QUE ENTERRAR QUE NO PUEDO PARAR DE REÍRME JAJAJAJA
—JAJAJAJA CATALINA ME TENDRÁS QUE ENTERRAR A MI JAJAJAJA
—MEJOR LAS ENTIERRO A LAS 2 ¿QUE LES PARECE?
Al ver como se reían descontroladas, me empezó a hervir la sangre y en un acto desesperado. Le tiré un golpe a Catalina y por fin su risa paso a ser un grito de dolor.
—Aaauuuch ¡¿Por qué hiciste eso?! —me gritó y me limité a no responder y solo sonreí victoriosa, las risas habían cesado por fin para convertirse en algo mucho peor.
Ahí fue cuando Catalina me tomó por el cuello pegandome contra la pared y me dijo
—Escuchame bien estúpida, tú no me vas a amenazar por que tu no eres mas que la hija de nadie y lo mejor será que no les digas nada a mi madre ni a tus amigos. TE QUEDO CLARO POR QUE SI NO, TU SECRETO SALDRÁ A LA LUZ ¿ENTENDISTE? —me apretó a un más fuerte
—S-si S-si Catalina. —el aire me empezó a faltar
—¡¡¡¡CONTESTAME!!!! —me jaló el cabello
—¡¡HAYY SII!! —comenzaron a salir lágrimas de mis ojos, por un momento creí que me mataría.
Luego Catalina me soltó y se llevó mi diario, ambas se fueron
dejándome ahí en el piso, llorando.
Luego me paré y bajé corriendo las escaleras sin dejar de llorar, pasé por la sala, abrí la puerta
—¿A donde vas? —preguntó Santiago
—¡QUE TE IMPORTA! —grité y azoté la puerta al salir
—Vanessa, no te puedes ir así esta lloviendo, VANESSA —gritó—. Tengo que ir por ella. —corrió a la puerta
—¿No crees que es mala idea? digo ¿por que mejor no esperamos a que vuelva? —agregó Monserrat
—¿Y dejar que le pasé algo? JAMÁS. —abrió la puerta y salió
Me buscó por todos lados, bajo la incesante lluvia
—¡VANESSA, VANESSA! —miró hacía todos lados. Hasta que finalmente me vio ahí, sentada debajo de un árbol
—¡Vanessa! —corrió hacia mi— ¿Vanessa estás bien? —Santiago se sentó a mi lado en aquél árbol al que iba siempre a llorar, aun no se como encontró ese árbol. Y me abrazó fuertemente.
Yo no respondí.
—¿Vanessa por que éstas aquí? ¿que pasó? ¿algo malo?
Pero no respondia. Sólo lloraba
—Mira si no me quieres decir no me digas, pero ven vamos a tu casa. —me tendió su mano y me ayudó a levantarme y nos dirigimos a mi casa.
Al llegar me percaté que Jennifer y Monserrat ya se habían ido, tal vez por qué ya empezaba a llover.
Santiago me sentó en la sala y dijo
—Vanessa, ¿que fue lo que pasó?
—Nada...—comencé a decir—. Es sólo que...yo... —traté de no llorar
—Oh por dios Vanessa que hiciste, mira tu brazo. —me interrumpió
—Eso... —miré mi brazo sin preocupación—. No es nada tan sólo...me caí y me raspé con unas ramas
—¿Por qué lloras?
—No estoy llorando... —bajé la mirada y abracé mis piernas contra mi pecho
—Vanessa. —tomó un mechón de mi pelo mojado y lo colocó detrás de mí oreja
—Es la verdad. —recargue mi cara en mis rodillas
—Te curaré el brazo, que esta sangrando mucho. —me puso alcohol en el brazo y me vendó la muñeca
—¿Ya estás mejor? —me miró preocupado
—Si, gracias. —sonreí débilmente
—Ahora dime que pasó
—Ya te dije que nada, olvídalo ya
—¿Entonces por qué corriste y tu brazo y las lágrimas...algo te hicieron tus hermanas verdad? —se acercó más a mi
—No, no fueron ellas ni nadie así que mejor ya veté. —me pone nerviosa su cercanía
—¿Por qué quieres que me vaya?
—P-por qué si, muchas gracias por curarme la herida. Y-ya te puedes ir. —desvíe la mirada de sus ojos
—¿Por qué no me miras nunca a los ojos? —se acercó aún más a mi
—C-claro que lo hago. —me vi obligada a mirarlo
—No, no es verdad. Nunca me ves a los ojos y cuando lo haces...
—Me pones nerviosa ¿si? —dije al fin
—¿Por qué?
—Por qué, te acercas mucho a mi eso es todo
—Oh comprendo
Se hizo un silencio en la habitación que me pareció una eternidad, hasta que Santiago habló
—Ok, ok me voy, pero tarde o temprano me vas a decir lo que pasó —se puso de pie—. Ah, y ya no llores. Una chica como tú no debería llorar. —se dirigió a la puerta, se marchó y ni siquiera me dejó decir palabra alguna.
Y yo ahí me quedé, sentada en el piso a oscuras hasta que mi madre llegó por fin.
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Quiéreme Si Te Atreves
RomanceÉl, un chico tan normal. Hasta que apareció ella en su camino. Ella, una chica depresiva, con un pasado que la atormenta hasta él día de hoy. El, luchará por su amor Ella, luchará por mantenerlo lejos ¿Ambos se amarán o esto terminará en odio? [Nota...