Capítulo 13

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[...]

—¿Vanessa, y eso que llegas tan tarde? además estas mojada. —exclamó Jennifer en tono de sorpresa
—Pues ya vez, me tuve que ir caminando por que mi madre se largo con su esposo de luna de miel a Las Vegas y no volverán hasta el próximo mes. —respondí furiosa, no pensé volver a pasar por eso
—Bueno, mirale el lado lindo. —Montserrat apoyo su mano en mi hombro
—¡¿Y cuál es ese lado?! —fruncí el ceño—. Caminé cinco kilómetros bajo la incesante lluvia solo para venir a la escuela. —exprimí mi cabello para quitarle el agua que tenía
—Bueno no te enojes con Monse, y tienes razón no hay ningún lado lindo de todo esto. No dejes que algo así te arruine el día. —sonrió Jennifer
—Gracias por entender. —a fin de cuentas tenía razón así que sonreí
—No hay de que para eso estamos las amigas, para ayudarnos, comprendernos, aconsejarnos etcétera. —asintió
—Si, es muy cierto...para comprendernos. —me quedé pensando.
Lo que dijo Jennifer me dejó pensando toda la clase en una cosa...en la amistad entre un ser humano y otro, en que no todo el mundo me va a provocar el mal, que también existe gente en la que puedes confiar para contarle tus problemas, y aunque, esa persona no pueda ayudarte, por lo menos te puede escuchar sin prejuicios y esa persona se llama ''amigo''
Ya que acabó la clase yo y mis AMIGAS íbamos caminando por el pasillo y me encontré con Santiago
—Hola chicas
—Santiago, hola. —saludó Monserrat
—¿Y ese milagro que nos hablas? —dijo Jennifer
—Pues venía a hablar con una personita que ayer me dejó con la palabra en la boca y no me dio tiempo de darle una explicación. —me miró a los ojos
—Haber, haber, haber sin rodeos tu y yo no tenemos nada de que hablar después de lo de ayer me quedó todo muy claro. —me crucé de brazos
—Haber Vanessa, por favor déjame explicarte. —ya casi se ponía de rodillas
—Bien, te parece si me explicas a la salida, haber si tengo tiempo para ti. —no se la pondría tan fácil
—Ok, como ordene la princesita. —sabía perfectamente como hacerme enfadar
—Pff —rodé los ojos—. No me llames princesita. —grité
—Oye amiga tranquila. —Monserrat me tomó por los hombros
—Como puedo estar tranquila es tan insoportable. —gruñí
—Pues por la forma en que lo has tratado siempre, se nota que no te cae nada bien ¿o si? —no se por que Jennifer preguntó eso tan tonto, era ilógico ella ya sabía la verdad
—¿Y bueno cuál es el problema entre ustedes? —preguntó Monserrat
—Nada importante solo...olvidenlo ya, es una estupidez. —dije al fin
—Bien, pero al menos respondenos ¿por que no te cae bien? —demonios a donde quería llegar Jennifer con este interrogatorio
—Es que...no lo odio, si, si me cae bien. —admiti, oh no debo de hablar de más. Demonios no se por que le sigo él juego, mi boca ya se empieza a manejar sola
—¿Y por que lo tratas mal a veces sin ningún motivo? —claramente ellas ya saben que él me gusta pero no es para que hagan esto—. Sabes, es prestarle demasiada atención a alguien aún de manera negativa.
—Es que, no sé. —tal vez y quería ver que tan enamorada estaba de él
—¿No sabes que, si te cae bien, si te cae mal o que? —ambas alzaron las cejas
—Pues tal vez no me caiga mal como yo pensaba, al parecer incluso me agrada un poco, es decir, podría agradarme mucho. —jugaba con mis dedos
—¿Enserio, solo te agrada?
—Pues, pues, pues... —titubeé—. Es que yo lo trato así por que no quiero que se de cuenta. —no digas más Nessa
—¿Cuenta de que? —oh no puedo creer que estén haciendo esto
—Es que yo, yo, yo, yo... —hubo un gran titubeó, seguido de un gran silencio de mi parte, finalmente cerré los ojos y suspiré—. Yo lo amo. —susurré y acto seguido agaché la cabeza
—¡¿Qué es enserio lo que nos dices?!  ¡¡¿¿LO AMAS??!! —gritaron al unísono
—SHHHH, no quiero que nadie nos escuché, y si lo amo, me enamoré de él. —susurré nuevamente
—Hay Vanessa, eso es normal, es normal que te guste un chico —sonrieron de oreja a oreja—. ¿Acaso tu mamá jamás te dijo que eso sería algo normal en tu vida con lo que tendrías que lidiar siempre?
—Por favor, esa mujer que tengo por madre. Jamás me ha escuchado —me crucé de brazos y decidí cambiar él tema—. Pero no le digan a nadie, mucho menos a él
—¿Por qué?
—Tengo miedo...mucho miedo. —murmuré
—¿Miedo?
—Si, miedo a que me lastime como ya muchas personas lo han hecho. —creí que una lágrima saldría de mi ojo
—Pero si el te ama, él te lo ah dicho, hasta te besó. Deberías de decírselo. —trataron de animarme
—No puedo, además siento que me esta engañando con eso de que me ama. —de mi rostro salió una media sonrisa
—¿No confías en el?
La confianza tiene un limite
—Bueno si no se lo quieres decir, pues no se lo digas, bueno hasta que tu consideres estar lista para hacerlo
—Pues si lo sé, algún día se lo diré. —suspiré
—¿Bien, nos vamos?
—Nos vamos. —sonreí al darme cuenta que había encontrado aquéllo a lo que los humanos le llamaban ''amistad verdadera'' 
—Mmmm, así que a Vanessa le gusta Santiago, ¿mmmm que haré, que haré, que haré?
¿voy con el chisme a decirle a Santi, o me aprovecho de eso para chantajearla y que haga lo que yo diga? mmmmm, yo creo que lo segundo. —exclamó Esmeralda, quién había estado escuchando toda la conversación entre Jennifer, Monserrat y yo sin darnos cuenta.

[...]

—Ya estoy aquí. —exclamé
—¿Bien, nos vamos? —preguntó
—Si vámonos, ah y espero y me expliquéis todo eh. —alcé las cejas y tomé mi skate
Mientras caminabamos, él me dijo
—Mira Vanessa, en primeera yo no sabía que tu madre se iva a casar con el padre de Esmeralda y si lo hubiera sabido te lo hubiera dicho, enserio.
—Bueno pues estuve pensando ayer en eso, y ahora que lo pienso...no fue tu culpa eso, ya no importa
—Y pues sobre lo de Esmeralda...
—Mira eso dejemoslo así. —interrumpí y aceleré el paso
—Pero, pero Vanessa te tengo que explicar eso para que no pienses que ella me gusta o algo así. —a niveló su paso con el mio
—¿Y por que te importa tanto si pienso que te gusta o no? Me da igual eso
—Por que lo unico que quiero que creas...—nos detuvimos a medio camino—. Es que no hay otra chica que ame más que tú, que no hay otra chica que considere linda más que tú, que no hay otra chica a la que extrañe por las noches más que tú, por que tú eres mi TO-DO. —me tomó por los hombros.
En ese instante miles de emociones se apoderaron de mi ser, sensaciones que me dejaron sin aliento, sin habla...sensaciones desconocidas que jamás había sentido en mi vida. Mis ojos se iluminaron. 
—¿No diras nada? —dijo mientras en su cara se dibujaba esa sonrisa tan linda e hipnotizante que el tiene 
—Ya, ya, ya tengo que irme. —tartamudeé
Era lógico que lo hiciera, estaba nerviosa y no sabía que decirle
—Espera...no te vayas sin esto
En ese instante me tomó de la cintura, me pegó a el y me beso...fue hermoso, como tocar el cielo
—Me encanta cuando no tienes nada que decir y lo único que haces es tartamudear, te ves mas linda así, por eso y muchas cosas mas...me gustas, que si te las dijera, me faltaría tiempo para decírtelas.
Lo único en lo que pude pensar en ese momento era en huir y asi lo hice, huí...huí de él, huí del amor, del tanto que le tengo a él, huí de algo desconocido, y me escondí, detrás de un árbol. No podía ni moverme de tanta felicidad 

Quiéreme Si Te AtrevesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora