-ˏˋ Milagro ˎˊ-

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Por favor, si eres una persona sensible, no leas este capítulo ya que contiene violencia. Queda bajo tu responsabilidad.

Sabía que algo malo iba a pasar desde que puse un pie el la Universidad esta mañana y aún así tenía que ser yo la tonta que saliera perjudicada de algún modo. Es que no lo entiendo.

No quiero decir "este es mi fin" porque tengo amigos allá afuera que de seguro ya se han ingeniado algo para venir hasta aquí con aquel audio o al menos darse cuenta de que realmente fui arrastrada a la fuerza hasta la casa de mi ex novio, Sehun. Por alguna razón tengo miedo de que él, por despecho, llegué a hacerme daño físicamente... Puedo aguantar que me grite, que me insulte, incluso que me escupa, pero no podría aguantar ningún tipo de dolor físico.

Sehun no deja de mirarme irritado, como si hubiera hecho algo horrible para él, hasta que escucha gritos y patadas a la puerta principal de su casa. En su rostro se forma una sonrisa tétrica que hace mi cuerpo estremecer por completo y comienzo a llorar aliviada de cierta forma, al sólo saber que mis amigos están fuera o que algún vecino haya escuchado algo.

Pero nada de esto detiene a Sehun, ya que aún estando sin ataduras o algo por el estilo estaba abrazando mis piernas al otro lado de su habitación, casi en una esquina, y la única razón que me impedía huir era la del miedo a que pueda hacerme algo malo. Ese miedo se hace más presente al verlo caminar decido hasta mí, dando paso firme, para acabar con una de sus grandes manos jalando de mi cabello y obligándome a caer de cara sobre su cama.

—¿Donde te ha tocado él, pequeña puta? —masculla cargando parte de su peso en mi espalda, lo que me impedía respirar con normalidad y provocaba que me ahogara con mi propio llanto. Creo que nunca fui consciente de lo agresivo que era Sehun cuando estaba celoso, lo normalice demasiado y se me hizo poca cosa que me gritara o me riñera por algo que tenía que ver con otros chicos y eso escaló a lo que está pasándome en estos instantes. Mi contrario no desiste y comienza a buscar una de mis manos, lo que me hace pensar aún más en algo de carácter grave... Y realmente me resistía. —¿o será que tú lo tocaste? —me cuestiona agitado, yo sin poder decir nada solo sollocé y negué con mi cabeza repetidas veces hasta que sentí como doblaba mis dedos, rompiendo el anular y el corazón al mismo tiempo.

No pude aguantar el dolor, que provocó una electricidad hasta mi hombro y, claramente, un aullido de dolor estruendoso. Con mi baja tolerancia al dolor me sorprende no desmayarme aún.

—S-sehun —logro decir entre muchos sollozos y jadeos —por favor...

Al escucharme rió, como cual psicópata maltratando por placer. Soltó mi mano y sostuvo mi cuello apoyando todo su brazo en mi espalda para poder bajar mi pantalón sin yo poder moverme, mi cuerpo no respondía en lo absoluto.

—Me pregunto, ¿qué será lo que tanto me negaste? —comentó arrastrándome por la cama, dejando mis piernas colgando y así por fin poder bajar la prenda dejando ver mi ropa interior —A ver si es la gran cosa...

No era mucho pedir un milagro, o alguna casualidad de la vida que pudiera ayudarme justamente en este momento... Si pasa una vez, puede pasar dos veces y quizás más.

Siento como suena la hebilla metálica de su cinturón y cómo este suena al ser golpeado entre sí, semejante al sonido de un látigo para acabar sintiendo el impacto en seco de aquél objeto de cuero. Dolía como el infierno, como nadie puede imaginar, mi piel comenzó a arder de inmediato por lo que no dejaba de sollozar al sólo sentir el sonido de la evilla una vez más. Supuse que lo estaría haciendo con el metal, porque no era normal que doliera tanto sus repetidos azotes sin piedad ni remordimiento.Una cosa tenía clara, ya no sentía mi mano y mucho menos mi brazo, el dolor comenzaba a marearme por lo que ya no sabía cuánto más podría aguantar en esta situación. No es algo que quiera celebrar, pero al menos mi mano ya no me torturaba a pesar de tener quebrados dos dedos de ésta.

En la parte de abajo se siente el estruendo de la puerta, lo que me dio el aliento de gritar para dar a conocer que estábamos arriba y que necesitaba ayuda urgentemente, mientras Sehun se levanta a trabar la puerta de la habitación llevándose la sorpresa de que fue abierta de golpe en sus narices. Lo vi entrando en pánico, a punto de saltar por la ventana, quería huir.

—¡Alto ahí, sus manos donde pueda verlas! —exclamó el policía viendo su intención mientras lo apuntaba con su pistola —¡quedas arrestado por secuestro! —ojea la habitación rápidamente y hace señales para que entren más policías. Yo no podía más, tampoco podía moverme. —Arresten a este animal.

-ˏˋ 🌻 ˎˊ-

Una semana más tarde.

—Cariño —oí la voz de mi tía tras la puerta, lo que me hizo incorporarme lenta y cuidadosamente en mi cama —¿estás despierta?

Dudé en responder. Realmente no sentía ganas de hablar con nadie, llevo días y días simplemente comiendo lo que deja en mi escritorio, sin ir a la universidad estando a nada de terminar el semestre final y con mucha vergüenza de ver a la gente que quiero a la cara. Incluso mis padres han vuelto de su viaje de negocios para encargarse de los temas legales y hacer pagar con justicia. Me siento tan payasa...

—S-Sí... —titubeo en duda —¿pasa algo?

—Están tus amigos aquí. —me quedo callada, esperando que sea una broma —La pequeña Chae, Dubu, el señorito Jin y Yoongi. —no se oye más.

No respondo nada en lo absoluto, estoy realmente avergonzada por todo lo que pasó, tengo una expresión bastante demacrada y no he podido bañarme por tener el brazo enyesado. He tenido bastantes problemas para poder estar sentada ya que la evilla del cinturón me dejó marcas e incluso heridas de las que me enteré después del alta. Y es que no quiero la lástima de nadie, no tengo idea de por qué han venido si con no responder ningún mensaje es señal suficiente de querer soledad.

—Unnie... Por favor, queremos saber cómo estás hoy... —habla Dahyun, evidentemente con la voz entrecortada.

—Estoy bien. —me limito a responder.

—Lo siento, chicos, lo he intentado desde hace dos días y nada... Pero si queréis, podéis comer algo antes de volver a casa.

Oigo como se alejan de la puerta, volviendo yo a hundirme en la cama con cuidado para acostarme en posición fetal. Mis ánimos estaban por el piso y aún así estaba tomando la opción de estar sola en estos momentos sabiendo con certeza que me hacía peor y me hundiría más.

-ˏˋ 🌻 ˎˊ-

¡Buenas gente! ¿cómo van?
Bueno, les cuento, aunque ya había escrito en el muro lo que pasó, pero ya sé que nadie lee ahí.

Yo tenía dos capítulos listos, pero mi celular dejo de funcionar y como escribía sin conexión fue imposible recuperarlo. Espero me disculpen.

Ahora estoy atendiendo dudas y demás en Instagram.
 
También les recuerdo que tengo otra historia uwuwu.

Es todo, gracias por llegar hasta aquí.

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