Disclaimer: Naruto y todo su mundo no me pertenece, es propiedad de Masashi Kishimoto. Yo solo lo utilizo con fines de entretenimiento.
Dedicado a mi querida Miyu, gracias por inspirarme y alentarme a escribirlo.
...
30 horas de turno.
Mierda, llevaba 16 horas. ¡Recién 16 horas! Generalmente amaba los turnos largos, llenos de urgencias, adrenalina, pero este; nada. Estaba tan tranquilo, al punto de ser aburrido. Sabía que sonaba una desconsiderada con los pacientes, pero necesitaba un poco de acción para mantenerse despierta.
Miró la hora y no era tan tarde como pensaba, recién eran las 00.00. Quizás por eso el turno estaba tan tranquilo.
Suspiró pensando en lo largo que sería el día siguiente y comenzó a escribir el alta de un paciente que tanto quería. Estaba emocionada, un pequeño de niño de 8 años había conseguido el trasplante renal que necesitaba con tanta urgencia. Pronto podría salir del hospital y tener la vida de un niño normal. La cara se le iluminó de solo pensar la vida que le esperaba a ese niño, ya no camas de hospital, solo juegos y aire libre.
-¿Por qué tan sonriente Sakura chan?- preguntó una voz a su espalda. Giró de manera instintiva al escuchar que era la voz de Naruto.
-Un paciente será dado de alta pronto- le indicó el historial clínico del niño- ¡Hola chicos! – agregó al ver a los acompañantes de Naruto. Sasuke y Sai acompañaban al rubio, el primero con cara de fastidio y el segundo ¿divertido? Tenía un mal presentimiento.
La verdad es que Sasuke había vuelto hace unas semanas atrás, y ella aún recordaba como Ino llegó a su oficina, le contó y ella salió corriendo al saber que el amor de su vida se encontraba en el despacho de Kakashi sensei.
Suspiró mentalmente al ver como el pelinegro aún provocaba sensaciones en ella solo con el estar presente.
La verdad es que tenía un secreto; ellos estaban en una relación formal desde que llegó, pero aún no habían dicho nada. No por él, sino por ella.
Quería disfrutar de una relación normal, sin la presión de responder ante nadie. Ella solo quería lo típico; mirar películas hasta tarde, que él vaya a buscarla después de turnos largos y que le prepare de comer, bueno además de otras cosas que con solo pensar se sonrojaba.
-Hola fea, luces demacrada y hueles mal, ¿hace cuánto que no te bañas? - Sakura apretó el puño levemente, odiaba cuando su querido amigo Sai recalcaba lo obvio. ¡Y se había bañado esta mañana! No era su culpa que un niño llegará con una intoxicación estomacal y ella tuviera que recibir todo el vómito sobre su ropa.
-Mi aspecto se llama “guardia de 30 horas”. No he dormido en mucho tiempo, y no huelo mal, huelo a flores, como siempre - suspiró fuertemente- en fin, ignoraré lo que acabas de decir. Nada arruinará mi turno.
Naruto se rio levemente; sabía que Sakura estaba controlando su mal humor y sus ganas latentes de matar a Sai porque se encontraban en el hospital y porque Sasuke estaba ahí.
Podía ser un tonto muchas veces, pero su amiga era muy obvia cuando se trataba del Uchiha. A él no lo engañaban, era obvio que esos dos estaban juntos, en verdad, no engañaban a nadie. De hecho, todos los de la generación hacían apuestas sobre su relación, siendo obviamente él, el mayor postor; argumentando que llevaban meses de relación. Si, definitivamente, sería el mejor dinero ganado.
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Infecciones estomacales
HumorDespués de un experimento culinario de Naruto, Sakura y el resto de los conejillos de indias comienzan a presentar vómitos, náuseas, y malestar general. Lo mejor era evitar que el rubio se acercara a la cocina por el bien de la humanidad, o quizás t...