50: Confesiones que no confiesan nada.

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♫ Capítulo con única canción: Nature de Luhan.

(créditos por la edición a quien corresponda)

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Sehun cogió el martillo de la caja de herramientas y la dejó sobre la mano extendida de su padre, cuyos ojos se mantenía fijos en el papel que sostenía en la otra mano, su frente surcada por una profunda línea de concentración mientras leía.

―Dame los tarugos ―pidió.

Sehun tomó las pequeñas piezas de la caja y se las entregó. Su padre las sostuvo en la mano, las miró un momento, y volvió a las instrucciones para leerlas por la que fácilmente podría ser la milésima vez.

Acomodándose sobre el suelo, Sehun estudió las partes desordenadas que los rodeaban. Cuerpo, cajones y patas de un escritorio que habían ordenado por Internet y llegó esa misma mañana.

―Quizá deberías pedirle ayuda a noona. Ella ensambló su propio escritorio el año pasado.

―No ―rechazó Daemyung―. Va a burlarse de mí. Ya lo tengo.

Dejó a un lado el manual y comenzó a trabajar en el cuerpo del escritorio con expresión determinada. Una determinación que no venía de su deseo de tener un bonito escritorio nuevo en la oficina, sino del hecho de que había sido objeto de burla durante la cena, cuando Bin y Hyejun se burlaron de su incompetencia para cualquier cosa que no fuera manejar su negocio. Sehun soltó un suspiro y se quedó mirándolo trabajar, porque la verdad no tenía idea de cómo armar ese mueble tampoco.

Cuarenta minutos después, terminó de ensamblar las costillas verticales y colocar los cajones. Dejó las herramientas a un lado, diciendo:

―Voy a tomar un descanso.

Sehun presionó los labios en una línea, intentando esconder su sonrisa burlona.

―Bueno.

Daemyung se quitó las gafas y se frotó los ojos con las palmas.―Tal vez lo mejor sea que siga mañana.

―¿Ya estás cansado? Ni siquiera parece un escritorio todavía...

―Las instrucciones son confusas.

Sehun le dio una mirada escéptica.

―Claro que es culpa de las instrucciones.

Su padre lo fulminó con la mirada y estiró la mano para tironear de su oreja.―¿Qué haces tú aquí? ¿No deberías estar estudiando?

Sehun se retorció para liberarse de su agarre y se frotó la oreja tironeada.

Toska «hunhan»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora