Todo lo que siento lo guardo en el fondo de mi ser, tras tropezar y caer, tras traiciones y decepciones, levanto unas paredes en contra de todos para evitar el dolor. Sé cómo se siente y no quiero sentirlo. A veces me siento vacía, pero en ocasiones de silencio y soledad noto la llama ardiente y furiosa de todo lo que tengo dentro, escondido, tras el muro queriendo salir. Se revuelve todo en mi queriendo y luchando por salir, pero me niego y me cierro cada vez más hasta ser una pequeña fortaleza que guarda sentimientos y dolor en su interior.