Prólogo 1/5

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Gun Bora

Mis manos, cubiertas de sangre, aún tiemblan ligeramente.  La risa, una carcajada amarga y dulce, se me escapa como un fantasma.  No sé qué hacer. Llorar, gritar, o simplemente quedarme inmóvil, disfrutando de la tranquilidad que finalmente ha llegado.  La tranquilidad que ella me arrebató durante tantos años.

Ella, mi hermana.

¿Odio?  Odio es demasiado simple, demasiado pequeño para describir lo que siento.  Es una mezcla de furia, de resentimiento, de dolor, de un deseo salvaje de justicia que me consume.

La vida no ha terminado para mí como terminó para ella.  La vida me ha dado una segunda oportunidad, una oportunidad que ella no tuvo.  Una oportunidad para vivir, para respirar, para ser feliz.

— Suelte el arma, señorita Gun Bora.  Está detenida por el asesinato de Gun Alice.

El oficial, con su rostro inexpresivo, me mira con una mezcla de curiosidad y desconfianza.

— ¿Gun Alice? —  miro al oficial con una sonrisa sarcástica, la sangre de mi hermana aún mancha mis manos. —  Yo soy Gun Alice.

Sus ojos se abren con sorpresa.  No entiende.  No puede entender.

Ella está muerta.  Y yo, yo soy la única que queda.

La sombra de la cereza se extiende sobre mí, una sombra oscura y amenazante que me envuelve en su frío abrazo.  La sombra de la verdad.  La sombra de la venganza.

CULPABLES • kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora