❝Drugs❞ ❘ LuzuPlay

Epílogo

Drugs

Una mano se posó sobre su hombro, tratando de reconfortarlo, aunque en esa situación, él debería ser quien estuviera apoyando a Rubén.

Volteó a verlo, notando como los ojos verdes del más alto se conectaban con los suyos, compartiendo el mismo sentimiento palpable.

Era la primera vez que Raúl se sentaba con ellos y seguramente sería la última. No podía estar ahí como si nada, se sentía fuera de lugar. Giró su rostro hacia el ventanal de cristal para poner su atención en otra cosa, pero el ambiente del exterior tampoco lo ayudaba del todo; estaba lloviendo.

Puto Lunes...; Pensó.

Gracias a su vista periférica logró ver a un chico caminar en dirección a su mesa, el chico estaba empapado, y aún cuando parecía no ver nada por sus lentes empapados, no se los quitó.

Aparentemente todos lo conocían a excepción de él. Pues enseguida los demás le dirigieron una mirada y una seña con un saludo. El chico también saludó de forma silenciosa antes de dirigirse con uno en específico.

  —Rubiuh...—Rubén había sido el único que no había visto al chico. El nombrado volteó, arrepintiéndose al instante.

Los ojos de Rubén volvieron a desviarse. Ya tenía suficiente en la cabeza como para que su ex pareja viniera a joderlo más.

  —Mangel no quiero hablar—Le respondió con voz fría.
  —Rubiuh, yo-...—Insistió, haciendo caso omiso a lo que el más alto le había pedido.
  —Miguel por favor. No quiero hablar contigo ahora, joder—Repitió, harto.

Pero Mangel no iba a irse sin que lo escuchara.

  —¡Rubén, escúchame un momento, coño!—Exclamó.
  —¿¡Qué pasa, qué mierda quieres tío!?—Respondió con el mismo tono, esta vez levantándose para verlo a la cara.

Fue un momento de silencio, Mangel notó a Rubius totalmente quebrado, como lo miraba con ojos hinchados con ojeras y una piel demasiado pálida. Apartó los lentes de su rostro.

  —Me he enterado lo de Luzu...—La voz de Mangel se había quebrado levemente.—Y no sé si lo recuerdas pero él también era mi amigo.

Había dolor en sus palabras, algo que terminó por romper a Rubén. Mangel no estaba ahí para joderlo como él pensaba. El más alto se había puesto rojo y llevó sus manos a la cara para no ser visto, terminó por aferrarse al cuerpo frente suyo, quien no dudó en darle un abrazo.

Una punzada atravesó el pecho de Raúl al ver tal escena. Nuevamente el pensamiento de que no pertenecía ahí surcó por su cabeza, dándole una sensación de incomodidad.

Se sentía un total imbécil, tratando de recordando ciertas cosas que habían sucedido ese fin de semana que fueron borradas debido al alcohol o a lo que Borja le había dado.

Joder...; Pensó. Le dolía, le dolía demasiado. Quizás no lo conocía para nada, quizás sólo estaba enamorado del chico amable y tranquilo que veía por la universidad, pero a pesar de conocer la verdad... se quedó con él.

Y Borja lo abandonó esa noche...

Mangel y Rubén se habían alejado del grupo, dejando el ambiente nuevamente en silencio. Pero al poco rato unos pasos constantes se hicieron presentes, el sonido de un tacón pisar la madera del suelo hizo a todos voltear.