Habíamos terminado de hacer el amor. Porque sí, lo nuestro iba más allá del sexo. Había sentimiento, no solo placer. Aún recuerdo el suave tacto mis pálidas manos que se extendía por todo tu cuerpo.
Simplemente perfecto.
Te encontrabas descansando sobre mi pecho, mis manos acariciaban tu preciosa cabellera.
- Mi amor, me iré a duchar, si quieres descansa un poco, luego podemos cenar. - Dije en un bajo tono. No quería aturdirte, estabas ya casi dormido. Asentiste con un leve movimiento de cabeza y planteaste un beso en mis rosados labios. Pude sentir tanto amor en ese beso... Ojalá hubiera sabido que sería el último.
Una sonrisa se me escapó cuando nos separamos, y al parecer te la contagié. Sonreíste con esa sonrisa que me curaba el alma, que me transmitía tanta calidez y me enamoraba cada vez que la veía. Esa sonrisa que mantuviste siempre para mí cuando más necesitaba a alguien.
Ese alguien que siempre fuiste tú, el amor de mi vida.
Me levanté y tomé camino hacia donde te había dicho. Abrí la ducha y calculo que habría tardado unos veinte minutos. Lo mismo que te tardó abandonarme.
- ¿H-hoseok? - Pregunté en vano. No había nadie para responder en nuestro pequeño departamento. No estabas en ningún lado.
En la pequeña cama que era testigo de todas nuestras muestras de amor verdadero, se hallaba un papel con palabras escritas por tus delicadas manos.
Te prometo que esto te dolerá más a tí que a mí.
Lo estuve pensando demasiado, pero no tengo el valor para contartelo. Me avergüenza, me llena de miedo.
Sufrirás con mi partida, pero lo harías aún más con mi muerte.
Yoongi, gracias por regalarme los mejores cinco años de mi vida permitiéndome llamarme tu novio. Estuviste para mí en cada momento, pero no lo estarás en este. Me hiciste el chico más feliz de este mundo, con cada regalo, cada salida, cada vez que lo hicimos. Me llevaré todo eso y mucho más a la tumba.
Esto es lo último que sabrás de mí ya que me iré.
Por favor, espero que sí llegas a enterarte el por qué de esto me comprendas, no quería hacerte pasar por este sufrimiento.
Te amé, te amo y te amaré por siempre, me convertiré en tu ángel guardián, nunca permitiré que nada malo te pase. Gracias por tanto mi amor.
- Hobi.Sobre el blanco papel empezó a haber una leve llovizna que eran más propiamente dicho mis lágrimas, pero ni el dolor me detuvo, rápidamente tomé las llaves y salí corriendo en tu búsqueda.
- ¡HOSEOK! - Comencé a gritar desesperadamente una vez en la calle.
Pregunté por ti a cada persona que pasaba. Nadie te había visto.
- D-disculpe señora, ¿H-ha visto a este chico? - Consulté en un pequeño local no tan lejano de nuestro hogar, enseñando una foto tuya.
- Oh, sí, pasó corriendo con dirección al parque de aquí a dos calles, cerca de la avenida principal. Se lo veía mal.
- ¡Muchas gracias! - Exclamé mientras las lágrimas seguían cayendo por mis ojos y mis pasos se aceleraban cada vez más en tu búsqueda. Me negaba. No iba a permitir que te vayas.
Llegué a donde me habían dicho. Ahí estabas. Sentado en una banca tomando aire, el escape te había agotado.
- ¡HOBI! - Grité mientras corriendo me acercaba a tu preciosa existencia, que tristemente se alejaba de mí.
Tu última carrera comenzó.
Atravesé todo el parque detrás de tí, por momentos gritabas que me vaya, que no valía la pena, pero en ningún momento volteaste.
Salimos del parque, ahora nuestro camino estaba apunto de terminar, tomaste rumbo hacia la avenida principal, te grité por última vez:
- ¡Hoseok! No me dejes por favor, no me destruyas. Voltea y ven conmigo, por favor.
No sé bien por qué, pero al fin me hiciste caso y tus llorosos ojos que hacían juego con los míos volvieron a encontrarse conmigo. No te detuviste. Aunque tú ritmo bajó, dabas pasos hacia atrás. No notaste que en algún momento bajaste a la calle.
- P-por favor, Yoongi, ya déjame. - Alcanzaste a decir siguiendo tus pasos.
- Nunca lo haré Hoseok, j-jamás. - Te respondí acercándome lentamente mientras intentaba calmar mis pronunciados sollozos.
- Yoongi, yo... - Tu mirada se hallaba perdida en mí. No notaste las bocinas que te advertían que estabas en el medio de la calle más concurrida y peligrosa de la ciudad.
- ¡HOSEOK!, ¡CUIDA-
En ese momento todo se detuvo para mí. Las personas dejaron de caminar, los autos de conducir y la luna y las estrellas de brillar. El mundo paró, ya nada más importaba.
- ¿H-hobi? ¡HOBI! - No me importaba que podría pasarme lo mismo que te había pasado recién. Ya no importaba nada. Corrí, corrí como nunca antes y sostuve tu delicado y frágil cuerpo. Estabas inconsciente. Tenías sangre en tu cabeza, te la habías abierto. Heridas graves en tu cuerpo eran lo único que veían mis ojos. Acerqué mi cabeza a tu pecho...
Tu corazón no latía. Te habían atropellado.
...
- Realmente hicimos todo lo que pudimos señor Min, pero lo sentimos mucho. - Al compás de las palabras del doctor escuchaba como mi corazón se partía en dos y un millón de pedazos. Las lágrimas volvieron a salir violentamente de mis ojos. Tus padres y tu hermana estaban incluso peor que yo. Tu perdida era y es algo que nunca se superará.
- Aunque, de todos modos tampoco le quedaba mucho tiempo, de veras mi más sentido pésame... - Soltó de repente el médico dándome una palmada en la espalda y volteando para irse.
- ¿Q-qué? - Pregunté muy confundido mientras mi llanto seguía sin poder detenerse.
- Pues... ya sabe...
Por la leucemia.
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↷ goodbye, my love 🖇️ sope
Fanfictionyoongi no estaba listo, no quería decir adiós, más cuando ese sería parte de la despedida más triste para él... one shot : drama % tragedia ¡ ADVERTENCIA ! si no te gusta algo de lo que mencioné, por favor ahorrate cualquier comentario ofensivo y te...