Tanofobia ☀ [KookMin]

14: The voice of reason

Era otro día soleado, así que JungKook y TaeHyung estaban dentro de la casa. Miraban televisión en paz, como el resto de los días de Sol brillante.

—¿Qué hacíamos para pasar el rato cuando no existía el televisor? —intentó recordar el rubio de pronto.

Jungkook lo pensó durante unos segundos.

—Creo que leíamos... y discutíamos el doble —dijo lo último entre risas, sin apartar la vista de la caja tonta.

—Las cosas han cambiado tanto... —suspiró TaeHyung— Para bien, obvio.

—Ni que lo digas —concordó el pelinegro—, hacíamos cualquier estupidez para matar las horas.

Entonces el mayor se empezó a reír, llamando la atención de Jungkook.

—¿Te acuerdas de aquella vez que se nos dió por celebrar año nuevo con Agatha y Nicola?

—¡Claro que sí, cuando vivíamos en Francia! —afirmó, empezando a reír— ¡Nunca había estado tan borracho en mi vida!

Ellos habían sido dos de los pocos vampiros con los que Jungkook había podido llegar a congeniar. Los recordaba con mucho cariño.

Ya no prestaban atención al televisor, sus recuerdos eran más entretenidos.

—Todo fue catastrófico: Nicola deliraba, Agatha apenas se podía mantener en pie, tú vomitabas, yo sentía estaba en un plano astral... Ni siquiera sé por qué se nos dió por celebrar año nuevo —recordaba Tae, su memoria parecía ser una película que le mostraba todo su pasado.

—¿Y después? ¿Cuándo los cuatro nos metimos a la iglesia? —continuó el menor.

—¡Qué desastre! —recordó, mordiéndose el labio inferior mientras reía.

—La cara del cura mientras me veía vomitar sobre el agua bendita era un poema —agregó—. Me dijo "demonio" y le mostré los dientes, fue asombroso.

—¡Es verdad! Estabas muy borracho, nunca harías algo así estando en tus cinco sentidos.

—Tuvimos que mudarnos al día siguiente porque pedían nuestras cabezas...

—Ahh... —suspiró el rubio, intentando controlar su risa— Que tiempos aquellos... me pregunto qué será de toda esa gente...

Entonces se generó un cómodo silencio, con la voz del televisor de fondo.

—Sí... Creo que ese día fue uno de los pocos en los que me volví a sentir realmente vivo —habló Jungkook, ahora con seriedad.

TaeHyung lo miró por unos segundos.

—¿Cuándo fue la última vez? —preguntó curioso.

—No creo que te agrade mucho saber —se excusó, empezando a sentirse un poco nervioso.

El mayor ya se imaginaba cuál sería la respuesta, pero aún así quería que se lo dijera.

—¿Cómo no voy a querer saber? Estas cosas son importantes porq-...

—Estando con Jimin —le interrumpió.

El silencio que se había generado esta vez no era para nada cómodo.

TaeHyung sabía que esto no podía traer nada bueno. No era que no se alegrara por su amigo y casi hermano, sino que sabía que todo esto acabaría pronto al igual que las veces anteriores.

Y no sabía cuántas decepciones más podría soportar Jungkook.

—Mira, Kook... ya hablamos de esto —intentó hablarle con el tono más suave de su voz—. Es cierto que tu novio es un muy buen chico y que supo aceptarte por como eres, lo cual es maravilloso, pero los humanos no están preparados en verdad para nosotros.