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A pesar de que hubiera olvidado nadie lo trataba así, Lolito verdaderamente se sentía parte de ese grupo y los demás no le excluían, quizás actuaba como era antes, quizás para ellos el no había cambiado nada.

Pero el si había olvidado todo y aunque los demás no actuaran como tal él mismo no podía negarlo. Le causaba muchos problemas.

Uno de ellos era con Willy, según lo que le habían dicho él de blanco cabello era su esposo pero el antes mencionado no paraba de negar eso, tratando el tema con una firmeza que no paso mucho tiempo para Lolito terminara por creerle.

La verdad no se sentía mal por ello, a pesar de su insistencia y de uno que otro beso que logro robarle al de ojos rasgados, a pesar de eso no sintió ninguna conexión romántica.

Pero algo si le sentaba mal. Y era que le hubieran mentido.

No le molesto que Alexby o Fargan le hubieran tendido esa broma... pero Auron.

No lo entendía, pero cada cosa que el naranjo ser decía para Lolito era verdad, le daba tal confianza, tal carisma y tal conexión... que simplemente le dolió que le mintiera.

Y más le dolió verlo con él.

Era su mejor amigo ¿No? ¿También le mintió con eso?

Si era su mejor amigo ¿Que era eso que sentía en su corazón al verlo?

Quizás y solo quizás era que el de traje de tigre parecía ser bastante educado, bromista y cortes pero cerca de Auron actuaba sin escrúpulos, sin respetar el espacio personal, hasta se atrevería decir que era coqueto.

Coqueteaban.

Los dos.

Entre risas.

Y eso ya no era un quizás, o un pero, mucho menos algo que no entendiera.

Eran celos.

Hacia Luzu y lo que sea que tuviera con Auron.

Y eso no podía negarlo.

Le dolía.

Y no lo iba a permitir.

-¡ Eh, eh!¡ SEPARENCE!

Weas de Karmaland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora