【𝘿𝙚𝙛𝙞𝙣𝙞𝙩𝙞𝙫𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙩𝙚 𝙨𝙖𝙡𝙫𝙖𝙧é】[Rengoku Kyojuro]

"Efímero"

Omnisciente

Nuevamente, semanas habían pasado para que el flamante pilar de la llama sea llamado a una misión que involucraba directamente con una de las 12 lunas, algo que en mente se el hacía perfecto, ya que tal vez se encuentre con aquel demonio que habla con las mismas palabras que su querida madre difunta y su amada Ritsuko. 

En el fondo de su brillante y noble corazón, residía algo que lo manchaba, algo muy pequeño, pero que está arraigado de una manera tan profunda, que ni siquiera el nota el ligero cambio de su personalidad...

"Ah... puede que ahora entienda a Shinazugawa-san" Pensó a la vez que alzaba su cabeza en dirección al cielo, era una hermosa tarde. 

"Aún cuando haya completado mi venganza... siento que no es suficiente para mí. Quiero devolver la paz a la alma de Ritsuko, y no descansaré hasta que el último demonio haya caído"

Caminó sin prestar tanta atención hasta que chocó con algo al frente suyo. 

—¡Disculpe mi torpeza!— Rengoku fue el primero en pedir disculpas sin ni siquiera ver con que había chocado. 

—No se preocupe— Respondió uno de los guardias de la estación de trenes. Fue ahí en donde el rubio recordó preguntar acerca de su vagón— Oh! Debe avanzar dos vagones y a mano derecha está la entrada— El rubio agradeció nuevamente y se marchó hacia su lugar de destino. 

Pero aquel mismo guardia tenía algo sospechoso en él...

Aún faltaban cinco minutos antes de que el tren partiera, esto le dio tiempo de ver un poco hacia la ventana y ver a las personas que iban y venían. Entre ellas familias, parejas, hombres, mujeres, ancianos, una alta variedad.

"Y pensar que todos ellos desconocen del peligro, ellos pueden respirar tranquilos al no saber lo que ocurre..." El rubio no quitó su usual rostro con una pequeña sonrisa junto a su mirada optimista. 

Continuó viendo hacia la ventana, pero fue ahí en donde sus ojos ámbares captaron una destacable figura femenina entre la gente, una mujer que usaba un hermoso kimono de flores, junto a largos cabellos castaños recogidos con un broche en forma de flor. 

Rengoku tragó en seco y sintió la necesidad de ir corriendo hacia aquella desconocida, tampoco entendía muy bien el por qué su corazón latía tan rápido, pero necesitaba respuestas. 

No dudó en ponerse en marcha, pero una de las asistentes del tren lo detuvo a medio camino pidiendo de favor que se mantuviera en su asiento ya que el tren estaba por dar marchar. El de cabellos rubios tuvo que resignarse en volver a su asiento y olvidar aquella efímera imagen. 

El tren daba un pequeño empuje, dando alerta de que comenzará a andar. La mirada del hombre viajó hacia la ventana nuevamente y fue en donde sus ojos quedaron prendidos en una imagen que provocó un tremendo escalofrío recorrer por toda su vertebra espinal.