Incondicional | Camren Fanfic

Capítulo 50

Hay personas que sueñan con coger un avión, relajarse en el asiento, colocarse los auriculares y disfrutar de la música mientras atraviesan las nubes con todo un mundo bajo tus pies. No todos son afortunados de vivir esa sensación de sentirse libre, algunos lloran por ella mientras que otros ni siquiera son conscientes de su existencia.

La cárcel no es solo un edificio de barrotes de máxima seguridad, sino también tu mente o todo lo que consiga mantenerte preso, por ejemplo, las emociones. Camila estaba tan ligada a sus sentimientos por la de ojos verdes, que en cuanto llegó al aeropuerto para esperarla no pudo evitar sentir una fuerte presión en su vientre. Sin embargo, desapareció al verla cruzar aquella puerta automática.

Sin poder contenerse, corrió hacia ella y, en medio del gentío, la besó apasionadamente. No habían pasado ni veinticuatro horas desde la última vez que la vio, de hecho, a lo largo de su relación llegaron a estar más de una semana sin verse. No obstante, lo que llevó a la latina a saltar de aquella forma a su cintura, provocando que la mochila de Lauren quedase a sus pies, fue el miedo a dejar de verla en cuanto se fuera definitivamente a la universidad.

-        "Si reaccionas así que me he ido un día no quiero saber cuando vuelva por acción de gracias" susurró sobre sus labios.

-        "Ha sido la emoción del momento, me encanta que me miren" movió sus ojos hacia un lado antes de que Lauren se separase y notara algunas miradas que llegaron a incomodarla.

-        "Idiota" rodó los ojos antes de volver a besarla.

Despidiéndose de Emily y sus padres con un movimiento de manos, la pareja abandonó el aeropuerto con las suyas enlazadas hasta la furgoneta de George, quien no tardó en hacerle saber que se alegraba de verla. Creyendo que iban directamente a su casa, Lauren se acomodó en su asiento mientras le hacía saber a sus padres que había llegado en perfecto estado, hecho que la llevó a no ser consciente de la variación en la ruta.

-        "¿Dónde estamos?" preguntó una vez prestó atención al exterior.

-        "Es una sorpresa, amor" la miró con picardía.

-        "Sí que me has echado de menos"

-        "Lo tenía preparado ya de antes, baja de la nube" rodó los ojos.

-        "Sube conmigo" le susurró al oído provocando que la piel de Camila se erizase.

Minutos después, George se detuvo frente a la entrada de un parque lleno de flora. Extrañada, Lauren bajó del vehículo para seguidamente sentir cómo la latina tomaba su mano y tiraba de ella hacia la oscuridad mientras que con la otra alumbraba el camino con la linterna de su móvil.

-        "Espera, espera, espera" se detuvo, aun enlazando su mano. "Ya te he calado. Eres una asesina en serie" bromeó.

-        "¿Cómo te has dado cuenta?" dramatizó. "Ahora no me queda más remedio que atarte"

-        "A lo mejor simplemente me dejo" rio.

-        "Eso me gusta mucho más, Michelle" sonrió pícaramente.

-        "¿Dónde vamos?" preguntó todavía inerte.

-        "¿Es que no lo ves?" frunció el ceño extrañada.

-        "Lo único que veo es un bosque muy oscuro alumbrado por las luces de la furgoneta y esto en las películas nunca sale bien" la señaló.

-        "Busca las luciérnagas" la miró fijamente.

Embobada por la intensidad de su mirada, tardó varios segundos en desprenderse de ella para mirar a su alrededor. Sin embargo, no encontró el insecto mencionado, sino un puente adornado con luces amarillas. Emocionada, Camila tiró de su mano y comenzó a correr provocando que la mochila que llevaba saltase sobre sus hombros de forma divertida. Una vez llegaron al inicio del puente, Lauren detuvo para simplemente besar a la latina quien no tardó en profundizarlo bajo aquella noche estrellada.