❪ lookalike ❫

❝ Sixth verse ❞

Estoy muriendo
Por encontrar a alguien parecido

Dos meses habían pasado, el pequeño chino ya estaba totalmente renovado. Ciertamente, había terminado con Mark, ambos se había dado cuenta que era una simple curita para cubrir la herida del chico.

Huang, ahora se concentraba en obtener el título de estudiante de excelencia. De vez en cuando salía con sus amigos y una que otra conquista rápida de fiestas. Todo estaba tan tranquilo.

Pero ahí, nuevamente el sentimiento de vacío, de querer volver a tener a Lee en sus brazos. Normalmente el sentimiento regresaba después de terminar de bailar con un chico cualquiera o cuando alguno de sus cercanos le abrazaba u acariciaba.
Intentaba con todas sus fuerzas evitar pensar en el del cabello negro, lo cual era imposible, pues relacionaba todo con él.

Los rumores sobre que Lee ahora salía con chicas, no pasó desapercibido por el chino. Y claramente, había notado que el mencionado sólo bailaba con chicas en las fiestas en las que coincidían.

Pero esta vez, no era así.

Huang estaba agotado de haber bailado sin parar con Donghyuck. Así que decidió retirarse dejándole con Mark, en muy buenas manos al parecer, pues ambos estaban bailando al mismo ritmo mientras se dirigían miradas cómplices.

Sólo estaba allí, en la barra, sentado esperando a que alguna señal le dijera que era momento de retirarse.

Fue así.

—Ahora ya no estás besuqueandote con algún chico, te felicito. — susurró una voz grave en su oreja, sintió su cuerpo congelarse.

Trato de ocultar sus nervios, se giró en dirección a la misteriosa voz, sorpresivamente quedando un poco cerca de rostro.

Y bueno, se fue a la mierda.

— Ahora ya no dejas que las chicas te asfixien con sus atributos, te felicito Lee. — Podría jurar que todos le habían bajado al increíble ruido, y que todo estaba pasando en cámara lenta. O tal vez, era el efecto que causaba Jeno cuando estaba cerca de él.

— ¿Te cuento un secreto, Huang? — habló lo suficientemente alto como para escucharle, mientras se alejaba del rostro ajeno. Tomó asiento a lado del mencionado.

Huang se limitó a mirarla curioso. Debido a la cercanía podía notar que Jaeno había estado tomando en exceso, y que posiblemente ahora fumaba. (Lo cual le pareció jodidamente sexy pero trato de evitar pensar en quitarle el sabor a cigarrillo de los labios, no era un buen plan que digamos).

— Me gusta estar con chicas, porque son igual de sensibles a cómo lo eras tú. —

¿lo había dicho enserio?, por supuesto que sí. Su espíritu salió de cuerpo, dió alguna clase de baile estúpido y regreso, dándole un color carmín a sus mejillas. Dió gracias a todos los dioses en el mundo porque las luces del club no eran muy altas. No dijo nada, se limitó a quedarse callado. Quizá, esperando otra acción u alguna otra confesión más.

— Solamente eso, no diré alguna cosa más. Creo que no es necesario. — Lee acomodo sus cabellos, negando con la cabeza repetidas veces. — ¿También te besas con esos chicos pensando en mí?

Huang soltó una pequeña risa, más de burla que de gracia. Había olvidado que tan estúpido podía ser un Jaeno borracho.

— Quiero encontrar a alguien parecido. — Abandonó el asiento, yendo nuevamente a la pista de baile. Perdiéndose entre los cuerpos sudorosos y agitados.