Ha tenido siempre una mala reputación,
camina por las avenidas en las noches,
con la cabeza cabizbaja por temor,
su nombre ha sido tantas veces burlado,
muchas veces maltratado,
en recuerdos sólo aprecia como ha llorado,
mientras su corazón cae en pedazos,
porque su mala reputación
le ha hecho pensar que es un perdedor,
ser inhóspito y de mala sangre,
¡merece la muerte! Es lo que logra oir
de toda la gente que camina a su alrededor.Abre ventanas, buscando una salida,
vidrios que se incrustan en su ser
¿por qué todo lo que ama debe ser maltrato?
hechicero incomprendido,
su cuerpo ha sido masacrado en el desierto,
todo por una mala reputación,
que le costó el amor de sus padres,
le hicieron aferrarse a rimas pérdidas,
porque su niñez jamás existió.Criticado por su forma de vestir,
por cómo habla y los pasos que da,
ser que ha sido incomprendido,
su hogar se cae en pedazos,
¿acaso sabe la definición de una familia?
Se pierde entre metáforas y letras
que nadie acepta que sean complejas.Se ha embriagado,
alejándose tanto de casa,
se siente tan cansado de su miseria,
lleva por nombre Juan,
algunos no lo conocen,
otros sólo hacen el ademán
de querer ayudar solo para
hacer festín en honor a su desgracia.
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El algoritmo de la mente: el efecto ansiolítico de la poesía.
PoetryA veces la mejor droga es aquella que se sumerge detrás del caos, aquella que vela dentro de mares violentos y sin navegantes. Creo que los mejores finales son aquellos que no tienen finales, y aquellas historias que mueren son las que se convierten...