Good Love

Parte 14

Parte 14: La platica.

Relato por Gulf

Habíamos estado cinco minutos sentados en la orilla de la cama y ni Phi ni yo decíamos nada. Me había sentido demasiado valiente las últimas horas y demasiado excitado para pensar en nada más.
Teníamos casi un año de conocernos y aún me era difícil iniciar una conversación.
– Bien... comenzaré yo – Soltó Phi – ¿Desde cuándo?.

Me quedé en silencio. Tenía miedo de elegir las palabras equivocadas y que Phi se molestara conmigo.
– ¿Desde cuándo... qué, Phi?
– ¿Desde cuando, sientes todo esto? Dijiste "En verdad me moría por hacer esto" cuando me besaste por segunda vez Gulf... segunda vez – enfatizó.
– No estoy seguro – Pasé mi mano a su espalda para acariciarla – No puedo decir que es reciente – continué – Pero si pienso más atrás, tampoco sé exactamente cuando comencé a sentirlo.

Phi permaneció en silencio, parecía que estaba analizando mis palabras.
– ¿Aún estabas con Poom?

Me quedé congelado al escuchar su nombre. Mi mano que estaba acariciando su espalda también se quedo congelada al igual que yo. De nuevo tuve miedo de mi contestación.
– De acuerdo – continuó Phi – Cambiaré la pregunta... ¿Tuve yo algo que ver en su rompimiento?
– ¡NO! – Reaccioné como si me hubieran tirando con un balde se agua congelada. – No, no, no, eso fue por otras razones.
– Ok, pero sigues sin responder mi primera pregunta...
– Sí – respondí por fin, comencé a sentir cosas mucho antes de terminar con ella.
– ¡¿Mucho antes?!
Mew se paró de la cama llevando sus dos manos a la cabeza. Parecía que quería explotarse él mismo la cabeza. Esas dos preguntas eran precisamente las que había estado evitando. Sabía como era Phi, sabía que iba a reaccionar así.

– Gulf... si ya sentías algo mucho antes de terminar con ella, ¿cómo puedes decirme que no influí en su rompimiento? – Mew empezaba a levantar su voz.
Me levanté de la cama también y me acerqué a él tomándolo de los brazos para que me prestara atención.

– Primero... mantengamos la calma. No empieces a gritar, porque entonces voy a perder la cabeza.
– Lo siento – me respondió más tranquilo.
– La razón por la cuál terminé con Poom, no fue porque sintiera cosas por ti. Las sentía, sí. Pero ni siquiera yo estaba seguro de qué era lo que sentía. Mi relación terminó porque así lo decidimos ambos y en su momento te lo dije, ambos ya no teníamos la mismas metas...ni el tiempo, eventualmente, tarde o temprano iba a terminar.
– El beso en el auto... ¿lo recuerdas?. – Me interrumpió sin comentar nada más de lo que acaba den decirle.

El beso en el auto, por fin confirmaba que sí fue cierto y no producto de mi imaginación.
– Sí y no – dije tratando de darme a entender lo mejor posible – Después de esa noche, empecé a tener sueños recurrentes donde nos besábamos en el auto de regreso a casa. Pero acordarme de ese momento en el que pasó... no, sólo lo soñaba.

Phi empezó a dar vueltas por la habitación, tocándose la barbilla, como maquilando la siguiente pregunta.
Pero recordando mis sueños de ese beso, se me vino un sueño que era el que más se repetía y quería sacarme la duda.

– ¿Phi? Esa noche en el auto... ¿te llamé por su nombre?.

Mew se detuvo en seco y vino hasta donde estaba yo y tomó una de mis manos, que empezó a acariciar con su pulgar.

– Sí – Dijo con ojos un poco tristes – En ese entonces... ¿Ya sentías algo?

Su pregunta me dejó pensando. Era cierto que ni siquiera yo estaba seguro de cuando había empezado a sentir todo. Sólo sabía que fueron pequeñas cosas, cada día, que fueron haciendo que cayera poco a poco hasta que caí por completo. Traté de explicarle todo esto a Phi sin hacerme nudos yo mismo con mis palabras.
– ¿Tú sabías que yo sentía algo por ti? – Me preguntó.
Pensé con cuidado mis palabras.
– Nunca estuve cien por cierto seguro. Pero cuando me di cuenta que yo sentía algo por ti, me volví paranoico. Me decía y me repetía mil veces a mi mismo que todo era producto de mi imaginación.