Trastorno Obsesivo Compulsivo|| SeongJoong.

09

Seonghwa despertó a causa de la alarma, la cual anunciaba un nuevo día, con dificultad abrió los ojos y los frotó hasta que reúne la fuerza para sentarse en la cama, estirando al mismo tiempo la mano para apagar el celular. El reloj marcaba las 05:30 AM, demasiado temprano para su horario en la universidad que era entre las ocho y las nueve de la mañana, a pesar de que era cansado estar despierto tan temprano debía aprovechar el tiempo para lograr hacer la rutina de todos los días.

Bajó los pies de la cama, sintiendo el frío del piso casi congelar sus dedos; comenzó a buscar las pantuflas con la mano y luego las colocó en sus pies para dirigirse al baño, caminando perezosamente hasta que estuvo frente al lavabo donde vio las bolsas debajo de sus ojos por no dormir bien.

Abrió los grifos para lavarse la cara con agua fría y luego procedió a tomar un vaso al cual le puso agua caliente, consecutivamente introdujo el cepillo de dientes en el agua, para eliminar cualquier bacteria que hubiese tomado hogar en el cepillo de dientes durante la noche, según sus pensamientos. Solo hacía lo que su cerebro le ordenaba.

Si alguien lo viera seguro se reiría en su cara por lo absurdo que llegaba a ser, de todas formas, no le importaría, ese pequeño problema con el cepillo de dientes había mejorado bastante y estaba muy orgulloso de sí mismo por eso. Hace algunos años usaba el cepillo de dientes máximo dos días y luego tenía que tirarlo porque de lo contrario su cabeza se encargaba de llenarlo con preocupaciones absurdas e innecesarias, trataba de no escuchar sus pensamientos, pero a veces era demasiado difícil, podía llegar a quedarse sin uñas por la ansiedad que lo abrumaba. No solo había mejorado ese hábito, también tenía la costumbre de cepillarse hasta que sus encías sangraran, pero con el tiempo había estado haciéndolo con menos frecuencia, al final de cuentas eran cosas que estaba tratando de mejorar.

Tomó el cepillo para aplicarle pasta dental pasados cinco minutos exactos, comenzando a cepillarse, de repente comienza a caminar hasta la bañera para llenarla con agua caliente, regresando al lavabo para ver su rostro mientras se cepilla. Cambió de posición el cepillo de dientes cuando llega hasta el número cinco, escupiendo la pasta para revisar sus dientes frente al espejo, repitiendo esa misma acción hasta que termina.

Dejó el cepillo en el mismo lugar, pasando a quitarse la camisa, tomándose el tiempo de ver las marcas moradas sobre su abdomen y pecho, desviando la mirada al sentirse asqueado de su cuerpo.

Retiró las vendas de sus brazos sin verse en lo más mínimo, ignorando por completo lo mucho que su piel ardía; caminó hasta la bañera después de quedar completamente desnudo, entrando en el agua caliente. Debía tallarse una vez más, aunque doliera.

Hacer lo mismo todas las mañanas llegaba a ser muy cansado, pero no podía detenerse, si trataba de cambiar lo mínimo, la situación se volvía mucho peor, los hábitos, como los llamaba, se duplicaban haciéndolos más dolorosos y los logros para evitarlos quedaban en el olvido, volviendo a estar en el mismo lugar.

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Seonghwa pasó parte de la mañana limpiando su apartamento meticulosamente, tratando de desaparecer el rastro de polvo fino que haya entrado durante el día, el cual era inexistente. En su hogar siempre había un olor a sustancias utilizadas en la limpieza mezclada con el olor a manzana y canela del detergente que usaba en la ropa, ese olor en especial lograba calmarlo.

Satisfecho con la limpieza y el orden, regresa a su habitación para vestirse; abrió las puertas del closet, sacando ropa que le haga sentir cómodo, terminando arreglarse, escogiendo unos zapatos ideales para la salida que tenía con Hongjoong, inevitablemente también había escogido su atuendo pensando en el peliblanco.

Bajó las escaleras, tomando las cosas que había dejado perfectamente organizadas la noche anterior, saliendo del apartamento rumbo al campus, teniendo muy presente a Hongjoong en todo lo que resta del día.