Sobre la lectura

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Entre la conciencia y el deseo: Memorias de un instante en la literatura.



                                                      Cada poema es único. En  cada obra late, con mayor o menor                                                                        grado, toda la poesía. Cada lector busca algo en el poema.                                                                                                                             Y no es insólito que lo encuentre:                                                                                                                                                         Ya lo llevaba dentro.                                                                                                                                                                          Octavio Paz.

Porque no sé si es en primera persona del singular o del plural, o en tercera persona pero definitivamente realizar un recorrido por aquellas lecturas que marcan la vida, mencionarlas y justificarlas, parece una tarea casi imposible, tan imposible como el amor de María con Efraín. Parece ser que la literatura canónica recorre nuestra sangre, nuestros poros, en ocasiones la expulsamos por la piel.. El sol se pone justo al medio día, y en ese momento de fervor, nuestra mente comienza en un delirio, en una danza despampanante y aturdidora para darle paso finalmente a la fiebre y ver como se apodera de nuestro ser. Así pasa cuando nos encontramos con un libro, una lectura, un ensayo o un prodigio (llámese como se desee) y entonces en ese momento nos sentimos atraídos sin razón aparente por su título, por su carátula, sus colores, su fotografía. Su interioridad nos posee. Es como si a lo lejos este nos llamara e internamente escucharamos esas súplicas. Entonces sucumbimos de una manera extraordinaria ante lo impalpable y entonces comienza a funcionar la mecánica cuántica, porque la atracción traspasa el plano físico visual para instaurarse en el plano más recóndito de la conciencia. Una frase de (¿Freud?) menciona el rabillo del ojo, el que nos hace conocer algo sin saberlo, así funciona con los libros, pues los miramos con el rabillo del ojo y este nos dice todo lo que necesitamos saber. Así, estamos ante la presencia de un ente venido desde la antigüedad, un oráculo de delfos. Este hace presencia ante nosotros como lo hizo con Sócrates para señalar el libro que debemos leer, por el que debemos dejarnos llevar.

Apenas abrimos el santuario enmarcado por las letras, aspiramos hondamente ese olor que caracteriza un libro viejo, un olor a ácaro y a páginas amarillentas. Recuerdo notablemente a Agatha Christie y muerte en la nubes; una lectura casi obligada en épocas escolares (creo que ya se había inventado la locomotora) y sentí un especial regocijo al abrir sus páginas y encontrar en éste un mapa, un pequeño mapa de ubicación de los personajes en el avión. Para aquellos a quienes se han interesado por Agatha, sabrán a lo que me refiero. Desmenuzar este libro, como desmenuzando la pechuga en pleno junio vacacional, estremece la conciencia, y ojo con esto, porque para estremecer la conciencia no se necesita solamente de la filosofía, se necesita más aún, del propio deseo, de dejarlo germinar para luego estallar en miles de ideas, razones y palabras. Llamar a la perplejidad parece ser mi segundo paso. Segundo en sentido figurado claro está, porque aún más asuntos literarios se encaminaron hacia mis ojos. Recuerdo también a Drácula, de Stoker y cuestionarme entre no recorrer mucho sus páginas o terminarlo lo más antes posible. Espléndida obra que hasta pesadillas podría producir en el más ferviente y débil de las mentes. Las noches se hacían aún más largas, el minutero del reloj se pausaba un poco más pues la constancia del relato se desvanecía entre los espacios de cada palabra. Los puntos seguidos se hacían eternos y tan solo el respirar me confería ese sentido de humanidad que deseaba. Lo humano, en el sentido humano, ha sido siempre una cuestión de analizar. Y es que con Drácula podemos observar la beligerancia del dominio de las pasiones, las pulsiones y la muerte. He pensado en la muerte como deseo, en la sangre como placer.

¿Será que irremediablemente, nosotros, los humanos, vivimos en función del deseo? Herman Hesse y el lobo estepario continuarán en este trasegar de la conciencia. Recuerdo leerlo en letras tan minúsculas que sentía como la habitación se le agotaba un poco más la luz. Sentía también los ojos decaídos pero enérgicos y el repaso constante de algunas páginas, pues el sueño, como en todo lugar, reclama lo suyo, su espacio, y es imposible, casi imposible no someternos a él. Yo creo que todos hemos sido Harry Heller en algún punto de nuestras vidas, un deseo por el cambio pero un transcurrir en la pasividad, esperando en un rincón junto al fuego apagado de las llamas de la vida, esperando el fin último, esperando lo inevitable y sentir que la marea del infortunio se apodera de los objetos; después sentir el deseo, el placer y la última llamarada.

Ahora el debate entre las pasiones y la conciencia se hace más evidente pues Jean-Baptiste Grenouille desea con fervoroso ánimo saborear lo inconcebible (nada extraordinario hasta el momento. Volvemos a la pregunta del canon y solo siento que no siento lo que se debe saber) La reproducción constante, como en las formas estéticas del cuerpo, hacen que este personaje se fragüe las ideas más aberrantes y sobrecogedoras para conseguir sus recursos. El deleite llega después cuando logra extirpar la vitalidad de las jóvenes para luego satisfacer el deseo de la plebe, esos deseos contenidos que no se evocan con facilidad porque el pudor merece a los individuos más fieles. ¿Qué pensaría Donatien Alphonse François de Sade de lo pudoroso? Pensaría lo mismo aquel sujeto (O sujeta, en términos de inclusión) que decidió ser anónimo para revelar una de las más grandes historias eróticas, a mi parecer, de la humanidad. Un relato tan simple y banal y a la vez tan portentoso y pecaminoso como lo es Memorias de una pulga, allí se encuentra la majestuosidad narrativa, que en términos prodigiosos, rompe con todo paradigma de lo picaresco. Allí, una pulga presencia todo tipo de encuentros sexuales que a la imaginación dejan todo y nada; es la lucha constante por no sucumbir ante los deseos. Obra magna que podría ser comparada con Bataille y su Historia del ojo, que con un lenguaje bastante desprolijo en ocasiones, logra crear conciencia de fascinación y de bochorno en el mismo espacio-tiempo. La eyaculación, de ideas, se forman y traspasan el umbral de lo desconocido en tanto que allí es donde cobra vida una vez más el deseo por conocer, por saber y por entender.

Las cuestión por entender, es una de las máximas por nosotros los humanos, porque siempre estamos deseosos de entender, de no desfallecer en la ignorancia, pero qué es la ignorancia a fin de cuentas, es un arrebato de la idea primera del desconocimiento y es un campo de lucha por la reconstrucción del ego. El ego, eso que intentamos demoler a machetazos pero que no lo conseguimos. Esa debería ser una de las razones de la literatura, eliminar el ego del sujeto, eso que lo hace humillar a los demás, a sentirse superior al otro. Porque en el conquistar al otro, en el desear al otro se pone en juego todas nuestras habilidades, todas nuestras superioridades. Seducir es demostrar quien es mejor a quien y la literatura ha servido como herramienta para estas situaciones. Bien lo sabe Bécquer cuando en su carta literaria a una mujer, carta primera, hace uso de la poesía para conquistar ¿quién no ha conquistado con poesía? ¿eso todavía se usa? Aquel que sepa escribir tendrá entonces la llave del corazón, las llaves del alma del otro.

Así han pasado decenas de años, centurias y milenios, donde la literatura sirve y ha servido como escudo, como herramienta, como espacio, como sueño, como lucha y como amor; y así, desencadenando las pasiones literarias, iré o iremos conociendo lo que hay para conocer, lo que se debe conocer y lo que se quiere conocer. No espero que algo cambie, solo espero que con treinta años sobre mis hombros pueda entender, pueda resolver las eternas preguntas:

¿Para qué?

¿Cuál es el sentido?

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⏰ Last updated: Mar 26, 2020 ⏰

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