Durante el resto del día a Fugo le fue realmente bien. Esa charla con Bruno le había hecho admitir lo que le estaba pasando, él por fin tener la valentía de por primera vez aceptarlo y poner en palabras lo que sucedía, simplemente estaba enamorado. El primer paso fue reconocerlo, lo siguiente es arreglar todo el desastre que era su relación con Narancia.
Después de aquella charla ayudó a Bucciarati a cocinar, luego el capo salió a buscar a su pareja y finalmente comieron los tres juntos en una cena de lo más amena.
Ese día no tenía nada de trabajo por realizar así que pasaría la tarde en su habitación analizando situaciones que posiblemente ocurran en cuando Narancia vuelva.
El ser alguien sumamente analítico no ayudaba en estos casos, ya que no podía evitar el no pensar en cada variante posible, desde las más bellas hasta las más catastróficas; pues era consciente de que antes de viajar tuvieron una pelea y se debían una conversación que desembocaría en lo que pasara en su futuro.
—En nuestro futuro— se dijo sonriendo.
En cuanto a variantes, había una posibilidad de ser él el rechazado en esta ocasión, podía imaginarse a Narancia volviendo a ser distante con él nuevamente diciéndole simplemente que no le interesa retomar una relación con él, pero estadísticamente era probable que esto no pase ¿o sí?
La única certeza en todo este embrollo era que habían pasado cinco días alejados. Días en los que no hizo más que pensarlo y extrañarlo cuando ciertamente ni siquiera habían estado separados por una semana.
—Seguro estuvo tan ocupado que ni siquiera abra pensado en lo nuestro— volvió a hablarse para sí mismo, por lo que con firmeza tomo su teléfono, pero en vez de marcarle decidió enviar un mensaje.
< Hola, como estas? > escribió dando el primer paso.
Ni bien presionó enviar se quedó mirando la pantalla, estaba demasiado ansioso esperando una respuesta, o un visto, algo que demuestre que lo recordó.
< Hola Fugo, bien, ¿ocurrió algo? > obtuvo de respuesta, Fugo suspiro aliviado, por lo menos no lo estaba ignorando>
< Solo quería preguntarte cuando vuelves > escribió al instante.
< Quizás el lunes esté allí, quién sabe > Este mensaje llamo la atención del rubio, Narancia solía ser mucho más efusivo al contestar mensajes, es por eso que pensó que quizás seguía enojado, pero aun así no perdería la oportunidad de hablar por lo menos un momento con el chico.
< Cómo estuvo tu estadía allí? > envió esperanzado de que responda.
< En verdad la estuve pasando bien, el lugar es muy lindo y además el trabajo fue rápido > respondió al pasar algunos minutos, minutos en los Fugo se puso algo nervioso, pero al recibir aquella respuesta le despertó una incógnita, ¿por qué aun no volvía?
< Por qué sigues ahí si ya terminaste? > escribió sin pensar para luego arrepentirse, quizás estaba siendo demasiado directo.
< Bruno me permitió quedarme el resto de días, así que tengo unos días de descanso > le explico brevemente, algo que tranquilizo a Fugo, pues eso significaría que volvería en dos días más.
Siendo lo poco expresivo que es no sabía cómo continuar la conversación, así esta vez se esforzó en escribir algo que demuestre su genuino interés terminando por entrar en el dilema escribiendo y borrando para luego volver a escribir.
< Nara, vuelve pronto por favor, te extraño > termino escribiendo, esta vez ya sabiendo que no volvería a contestar.
El resto del día y el próximo fueron días en los que no hubo nada productivo para realizar más que esperar la ansiada llegada; es por eso que cuando por fin el anhelado lunes hizo presencia se encontraba más eufórico de lo normal.
El primer día de la semana a primera hora Bucciarati suele llamarlos a reunión, momento en el que divide las tareas a realizar para la semana dependiendo de la especialidad de cada uno; esta reunión se posponía únicamente cuando había un ausente, es por eso que cuando tocaron su puerta a las ocho de la mañana anunciando que se haría a las nueve le llamo la atención, más que nada porque también suelen anunciar el horario con un día de antelación y no tan apresurado.
Llegado el horario entro en la oficina que quedaba en la planta baja de la casa y se acomodó en uno de los sillones a esperar al resto, que poco a poco fueron llegando, anteriormente recuerda que se reunían en un restaurante, pero cuando comenzaron a vivir juntos eso ya fue innecesario, de igual manera cada tanto, más que nada cuando no quieren cocinar, vuelven a visitar el Libeccio.
Bruno junto a Abbacchio eran los únicos faltantes, siendo otra peculiaridad de la reunion; pues eran siempre los primeros en asistir, o por lo menos no los últimos, este solía ser Mista quien siempre se quedaba dormido.
La tardía era algo que lo estaba impacientando, ya que necesitaba preguntarle al capo el horario en el que llegaba el vuelo de Narancia, pues quería ir a recibirlo, llevarle flores y proponerle el cenar en algún lado, solo ellos dos, para poder hablar en tranquilidad de sus sentimientos.
—Me pareció escucharlos discutir— comento por lo bajo Guido, a lo que Giorno lo regaño por metido.
La puerta se abrió instantes después y por ella ingresaron ambos mayores, sus rostros denotaban el no haber dormido bien y un profundo mal humor, por lo que no pregunto nada al instante para no molestar.
—Buenos días, y disculpen lo acelerado de la reunion, es que ocurrieron asuntos— comenzó diciendo —seré breve— dijo y continuo con el listado de quehaceres.
Enumero en orden lo que tenía que realizar cada uno y a Fugo esta vez le toco nuevamente presionar a un bar recién abierto sobre un pago que se negaban a dar y realizar el papeleo de las misiones de cada uno, lo que llama trabajo de escritorio, además algún que otro trabajo que podría surgir en el transcurso de la semana. Nada complicado, más de lo mismo.
—Entonces con eso sería todo— dijo pausando un momento, en el que suspiro con molestia para luego volver a hablar —Recibí un llamado de Narancia ayer a la noche, quiere quedarse un mes en Venecia, de sus tareas me encargare yo así que no se preocupen, pueden retirarse.
Fugo no supo si después de eso Bruno dijo algo más, pues dejo de escuchar a todo su entorno del impacto se llevó al recibir la noticia, al levantar la mirada se encontraba solo en el despacho.
Esperar todo un mes por su amado sería una tortura, lo extrañaba demasiado, tanto que no podía soportarlo. Hubiese deseado no aclarar sus sentimientos todavía para no sufrir este suplicio de espera.
—¿Acaso no me extraña? — murmuro angustiado para sí mismo.
Quizás era el karma haciéndole pagar los malos tratos que alguna vez tuvo para con él, quizás era Narancia simplemente alejándose sin importarle el en lo más mínimo o tal vez era que la pasaba tan bien que quería quedarse con aquellos, no lo sabía y no obtendría respuesta alguna hasta dentro de un mes.
ESTÁS LEYENDO
Dude... dude looks like a lady (FugoNara)
FanfictionNarancia tenía un secreto, nunca había salido del "closet" y a su vez su closet tenía otro secreto. Fugo pensaba que era heterosexual, hasta que un cambio en su amigo hizo que su vida de un giro inesperado. -Advertencia: los protagonistas van a desa...