Cumpleaños feliz

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Ojalá sigáis todxs bien. Juro que en cuanto tenga un ratín esta noche os contesto todos los comentarios que habéis hecho y que tanto animan. Adoro leer vuestras reacciones y teorías, le dan vida a la historia muchas veces. Ojalá os guste el capítulo. Nos leemos pronto.


Cuando detiene el coche delante de la casa de Ana, duda si darse media vuelta y regresar a casa. Ha estado dándole muchas vueltas desde que Alba ha descubierto la voz de Aitana saliendo de la radio y no hace más que buscarla y pedirle ayuda para encontrarla.

Quizá puedan llegar a un equilibrio entre lo que tienen ahora y lo que tenían. Dejarle ver a Alba alguna vez y seguir acostándose como hasta ahora, buscar una manera de volver a encajar poco a poco, pero que sin que ninguno de los tres pueda hacerse ilusiones de momento.

Alba se baja del coche de un salto agarrada a la mano de su padre. Lleva puesto un mono que le regaló Ana por su cumpleaños y en la mano lleva un dibujo que le ha hecho con todo su cariño, ajena a la sorpresa que le ha preparado su padre.

Miguel Ángel le abraza después de abrirles la puerta e invitarles a entrar en el jardín, donde van a comer aprovechando las buenas temperaturas. La pequeña no duda en correr hacia Ana que, sentada en una silla contra su propia voluntad, abre los brazos para recibirla, empezando una conversación con la pequeña. Tras un par de insistencias por parte de Ana, finalmente Alba le roza el vientre y abre los ojos con una expresión de sorpresa cuando le dice que va a tener no uno, sino dos bebés.

Alba mira algo extrañada su cuerpo aún pensando cómo es eso posible, cuando su padre deja una caricia en su cabeza y se acerca a abrazar a Ana. Mientras conversa con ella, que llama a Nico, que está jugando con otros niños, para que integre a Alba en su grupo, Luis traga saliva algo nervioso pensando quizá aún está a tiempo de arrepentirse, porque por mucho que ha estado dándole vueltas al tema, la decisión de ir al cumpleaños de Ana con Alba ha sido totalmente impulsiva.

Aitana no está allí y no aparece en las dos horas siguientes sin que a nadie le sorprenda. Al parecer Ana ha debido de informarles que tuvo que quedarse en casa con sus padres el fin de semana porque su madre estaba mala cuando fue a su viaje de trabajo a la ciudad condal.

No sabe si siente alivio o decepción al ver que ni está ni se la espera. Alba se porta muy bien y come todo lo que le han puesto, e incluso Ana le enciende las velas después de haberlas soplado ella para que pueda apagar el fuego.

Cuando el ambiente ya es más distendido y algunas personas, las menos cercanas a Ana, han empezado a irse, el telefonillo suena haciendo que Luis, que estaba tomando un café charlando con Alfred y Amaia, se sobresalte levemente.

Gira la cabeza hacia la puerta con todo el disimulo que puede, encontrando a su mejor amigo empujando el carrito de su hijo con una pensativa Miriam a su lado.

Miriam y Roi se disculpan repetidas veces a Ana, explicándoles el sinfín de desastres acumulados que les han impedido llegar a tiempo a la comida.

Después de saludar a Ana, la mirada de Miriam se clava directamente en él. No sabría describir lo que lee en los ojos de Miriam cuando se detienen en él, pero siente como si le acabara de soltar un tortazo.

A continuación, gira sobre sí misma buscando algo más. O a alguien más.

Mientras Amaia continua hablando de alguno de sus alumnos a los que menos soporta, llega a oír cómo Miriam pregunta a Ana por Aitana y por el gesto sorprendido de la gallega cuando Ana le explica lo que le dijo cuando le llamó, da la sensación de que Miriam no tenía ni idea de que Aitana no iba a ir.

Canción Desesperada (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora