Varsovia, 1940.
_Mama no, por favor dejanos quedarnos_le suplico a mama llorando.
_Mi niña, tienes que irte es lo mejor_toma mi cara con sus manos y me mira.
Su mirada me tranquiliza,como si me trasladara a un mundo lleno de paz.
_Vete, cuida a tu hermano_me besa la mejilla y abraza con fuerza.
Subo a la carreta llena de paja junto a mi hermano.
Nos alejamos poco a poco y unas ganas de llorar inmensas me invaden. Pero no, tengo que ser fuerte para mi hermano, que el si esta llorando.
Le abrazo, como si mi vida dependiera de eso ,sus pequeños brazitos me rodean con fuerza.
Tengo miedo, mucho. La idea de que papa y mama no estén con nosotros por mucho tiempo me aterra.
Miro por ultima vez a mis padres, a Varsovia ,a todo lo que alguna vez fue mio y ahora me lo arrebataron. "Malditos nazis" digo para mis adentros.
El pequeño Mike se quedo dormido. Nos levantamos muy temprano para no ser vistos y llegar a una hora razonable al nuevo refugio.
Acaricio el cabello negro de mi hermano y rezo para que nada nos pase.
• • •
La carreta paro de repente y el hombre nos pidió que nos bajáramos. Nos recibieron un hombre y una mujer de unos 50 o 60 años . El hombre era fornido,su rostro era duro y su cabello era de un blanco en las patillas y un castaño el resto, estaba serio y veía a todos lados con temor. La mujer era delgada, y a diferencia del hombre su rostro era suave, y con una sonrisa amable.
El hombre de la carreta se fue , yo y Mike nos acercamos a la pareja. Mike se agarro a mi como a un monito asustado.
_Somos el señor y la señora Dietrich_ se presento el hombre sin cambiar su rostro duro como roca.
_Ay Laurenz ,deja esas formalidades. Me presento ,soy Cornelia un gusto _
Nos mira amablemente.
_Un gusto señores, el es mi hermano menor Mike, y yo Arabella_
_oh pero que hermosos nombres!_
Sonreí, esa mujer es gentil, seguro que Mike le tomara afecto pronto.
_Espero que hayan tenido un buen viaje, sentados en esa carreta por muchas horas no es para nada cómodo_habla Cornelia.
Una pequeña risa se escucha de Mike, sonríe, me encanta verle feliz.
_Bueno, no perdamos tiempo y vallamos a la casa_Habla el hombre, nos dice que le demos la única maleta que tenemos y se dirije a un auto gris.
_vengan niños ,que hace frío._dice Cornelia
Hacemos lo que nos pide, nos acercamos al auto y entramos. El viaje es silencioso, miro por la ventana los campos, la niebla los cubre, hace mucho frío este invierno...ojala papa y mama puedan soportarlo.
_Saben cuales son sus nombres ahora no?_pregunta el hombre, laurenz.
_si, Emma y Nick._le respondo. Solo asiente y conduce.
El hecho de que ahora nos llamemos diferentes en molesta, renunciamos a nuestras vidas, nuestra religión, y a nuestros propios nombres.
Maldigo en mis adentros pero me trago mis palabras. Sin esas mentiras como la del nombre y creencias, estaríamos muertos, como muchos de nosotros.
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La chica del abrigo rojo
Historical FictionPolonia, 1939. Los nazis invadieron Varsovia, miles de judíos fueron sacados de sus hogares y llevados a centros de concentración. Mi vida cambio completamente, nos alejamos de nuestros padres y nos enviaron a mi y a mi hermano pequeño Mike a otro...