Una aflicción escrita.
Recuerdo la tranquilidad aunque estoy a punto de olvidarla, la esperanza, aunque parece viva, sufre de melancolía, no lo dice, pero basta con verla para darse cuenta que es consumida por un silencio interminable, y por otro lado está la felicidad, bueno, ella se suicidó a causa del olvido humano, no la culpo, si fuera ella… También me iría.
Hablaría metafóricamente si dijese que deseo salir de este sueño, constaría de mucha ironía, ya que no se le parece en nada, esto no es un sueño en lo absoluto, es el infierno.
Desde que ellos llegaron, nada es igual, destruyeron cada ser movible que pasara en frente de sus oscuros y perversos ojos, llenaron todo de intensa maldad insaciable.
Soy Emma Merynton, tengo veintitrés años, vivo en un resguardo de defensa civil anti-mortíferos, de pocos sobrevivientes, un día, mi vida dio un giro de noventa grados, afortunadamente estoy viva y mientras lo este, luchare por salvar mi vida, mi raza y no dejare por ningún motivo que acerquen su inmunda presencia en este lugar.