Era un vehículo descapotable, un todo terreno cuatro por cuatro de tipo Polaris Rzr de color negro mate, con suspensión visible por encima de cada una de las llantas, especial para pasar ríos bajos, nieve y terrenos difíciles. Venía a una velocidad desbastadora, las corazas levantaban el polvo por donde pasaban, y la potencia del motor ahuyentaba hasta los pájaros de los árboles, nada lo detenía.
Eran Henry y Luke, los hermanos Ford, el auto sube una montaña de tierra compacta en forma de rampla y se eleva en el aire con las llantas aun en movimiento, cayendo encima de algunos mortíferos, acciona el primer cambio mientras conduce en dirección a las bestias, Sven y Emma se hacen a un lado, mete el segundo e inmediatamente el tercero, teniendo un arranque bastante eficaz. Acelera a toda máquina llevándose una cuarta parte de los mortíferos al siguiente hemisferio del universo, entre tanto dos mortíferos se alcanzan a subir por la parte trasera del Polaris tratando de llegar a los primeros puestos, Luke, que hacía de copiloto, saca un subfusil ametrallador, lo carga, apunta a las criaturas y dispara dos ráfagas abatiéndolas de inmediato. Con un arma de ese tipo, no había remedio, pero aun así, los mortíferos los seguían superando en número, al parecer cada disparo que accionaban hacía llegar a muchas de las bestias, y aunque llevaban munición, no tenían suficiente para defenderse de un extenso número de mortíferos.
Luke se posicionó en la parte de atrás del vehículo y con el subfusil empezó a disparar a diestra y siniestra, inaugurando un nuevo cementerio en el norte, así mismo Henry se encargaba de arrollar a los que tenía en frente, era un excelente conductor, su destreza para manejar era implacable.
-¡OH, SI! -grito Luke mientras disparaba.
Una cantidad excesiva de mortíferos trataba de subirse al Polaris y los hermanos Ford se esforzaban porque eso no sucediera, bastaba con que alguno lo empujara al suelo y seria su eterno fin, en segundos tendría una decena de bestias encima. Henry condujo hasta donde estaban Sven y Emma, quienes luchaban a codazos y patadas contra las criaturas, se adelantó por el lado derecho de ellos y tocó la bocina.
-¡Vamos chicos! ¿Necesitan carta de invitación? -grito Henry con una leve sonrisa, mientras que con su mano les hacía señas- ¡Suban!
Sven y Emma se miraron entre sí, y sin pensarlo un segundo corrieron hacia el vehículo con una completa horda de bestias detrás, todos en dirección al Polaris.
Luke se esforzaba por abatir a los mortíferos que más estaban cerca de la pareja, Emma tenía más rendimiento cardiovascular por no tener un cuerpo tan pesado, corría dos metro delante de Sven, hasta que llego y se lanzó sobre la parte trasera del vehículo, Luke le dio la mano para ayudarle hasta que se estabilizo totalmente, detrás venia Sven, ya estaba agotado, lo que obligo a Henry a bajar la velocidad, decisión que aumentaría las posibilidades de que las bestias se subieran también, Sven se acercó lo máximo que su cuerpo pudo y se lanzó, de repente un mortífero lo tomo del pie, arrastrándose a sí mismo por el suelo del terreno, Luke le agarró la mano pero la criatura jalaba fuertemente, por un momento Sven casi se cae. Emma reaccionó y tomó rápidamente el arma de Ford, apuntó y disparo una ráfaga contante a la bestia, la cual murió dando múltiple vueltas sobre el suelo.
-¡Wooow! -Exclamo Henry- ¡Eso estuvo de lujo!
-¡Por poco y nos matan! -Dijo Sven, aun asustado por lo ocurrido.
-¿Cómo supieron que estábamos acá? –Pregunto Emma- Unos minutos más y lo únicos que hubieran encontrado seria nuestros huesos.
-Supongo que sí –contesto Luke- es una larga historia, pero primero tenemos que buscar un lugar seguro, dentro de poco el sol se ocultara y no podremos seguir manejando, seriamos presa fácil para los mortíferos que merodean de noche.