La diva y la princesa (PAUSA)

!Eres interesante!

La idol más popular del momento es tú amiga y tú:

a. Le dices a todo el que te encuentras que eres su amiga.

b. Normalmente no hablas de ello, aunque nunca la negarías.

c. No tienes ni idea así que no puedes alardear de ella.

No es necesario aclarar la respuesta, ¿verdad?

Esa mañana Jennie se levantó temprano como siempre. Se vistió con su uniforme; que a ella le parecía aburrido y simple, acomodó su cabello de forma que quedó recogido totalmente y se colocó una peluca Rubia, se puso sus lentes de contacto. Y una vez satisfecha sonrió frente al espejo, ya que había dejado de ser Kim Jennie, la gran estrella, para pasar a ser Kim Rubí, una simple estudiante de secundaria.

Salió de su habitación tatareando una canción. Llegó a la mesa y se sentó a comer. – Buenos días, Mama, Papa. – Saludó muy alegre a sus padres.

– Buenos días mi pequeña princesa. – Dijo alegre el señor Kim. – ¿Qué te tiene tan contenta hoy? – Preguntó intrigado ante la actitud de su hija.

– ¡Oh! Es que hice una nueva amiga. – Dijo muy entusiasta Jennie – Se llama Lisa, es algo extraña, pero creo que en el fondo es buena persona.

– ¿Eso es lo que te tiene tan contenta? – Preguntó su madre. – Pareciera que hubiese algo más.

– Pues, que quedamos en salir hoy juntas a algún lugar a pasar el rato. – Dijo Jennie con un brillo en sus ojos. – Aun no puedo creer que voy a salir como una persona normal con una amiga normal.

– ¿Pero, no tienes que ir a YG hoy? – Preguntó su padre

Jennie rio ante la pregunta de su padre. – Papa, ¿no recuerdas que debido a la larga y extenuante gira de conciertos me dieron vacaciones? Así que no tengo que ir por ahora a YG.

– Ya veo. – Dijo feliz su padre. – En ese caso, espero que te diviertas mucho. Y cuando acabes tú salida llámame para enviar a alguien por ti.

– Sip. – Respondió ella muy feliz. Terminó su desayuno y salió hacia la escuela.

Al llegar a los casilleros y cambiarse de zapatos notó a Lisa, quien tenía su casillero muy cerca al de ella. La iba a saludar, pero en ese instante llegó Sana.

– Buenos días Lisa. – Saludó con un tono cantarín. – Me preguntaba que harás hoy después de la escuela, sé que no tienes actividades en tú club. –Dijo con una sonrisa de triunfo.

– Hola Sana. – Lisa se había negado a darle importancia, sentía que de esa forma ella entendería que no estaba interesada en una relación con ella. Pero Lisa comenzaba a creer que esa chica no la dejaría en paz por un tiempo. – Lo siento, pero hoy ya tengo un compromiso. – En ese momento miró donde ella sabía que estaba el casillero de la Rubia y se sorprendió de verla allí, mirándola.

– Pero Lisa, ¿qué puede ser más importante que continuar lo que dejamos el viernes? – Dijo en tono sugestivo.

Lisa pareció pensárselo. – Lo siento, pero no creo que continuemos lo del viernes. – En ese momento Lisa miró de nuevo a Rubí.

– Pero, ¿por qué? – no parecía darse cuenta que Lisa estaba sonriendo mientras miraba a Rubí, quien solo miraba al suelo sonrojada incapaz de moverse.

Lisa volvió a mirar la. – Porque... – Lisa no halló respuesta, no sabía porque, pero sentía que Rubí tenía que ver en eso. En ese momento sonó la campana por lo que Lisa se despidió de Sana. – Hasta luego Sana, nos vemos en el receso. Sana quedó sorprendida, nunca antes nadie la había rechazado.