Capitulo 1: Un poco sobre mí.

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Bien.. comenzaré relatandoles un poco sobre la historia de mí vida, quizás asi entiendan quien soy y por qué carajo estoy tan metido en medio de este caos.

Mi nombre es Alec Kallevy, tengo 35 años y soy el hijo mayor del "gran empresario" Jhon Kallevy.. sí el dueño de la mas reconocida cadena de farmacias Kall Company.
He de decir que la relación con mi padre en estos años no ha sido una de las mejores, todo empeoró después de que hace años toda la familia haya sido investigada, mientras que John fue sometido a juicio por acusaciones de lavado de dinero y narcotráfico en los medicamentos que exportabamos usando el nombre de nuestra empresa para que nadie sospeche, después de todo gracias a la fama de mí padre los pedidos que eran llevado a otros países no recibían el correcto procedimiento de control sobre lo que llevaba dentro. Mí padre dió una última jugada antes de que me retirase de las oficinas de Kall Company, me hizo defenderlo en el juicio oral y comprobar que era "inocente"... Sí, mí padre me había hecho estudiar abogacía convenciendome de era el muchacho que cumplía con todas los requisitos para ser un abogado reconocido mundialmente, pero estás eran una más de sus mentiras, el quería estar preparado para ese momento, sabía que en algún momento alguna información podría filtrarse a los medios y necesitaba quien lo defendiera.
En fin... por éste mismo motivo decidí alejarme un poco de mi familia y del ahora manchado negocio familiar tomando la iniciativa de mudarme y comenzar desde cero un nuevo camino, por las vías legales y haciendo lo que me gustaba. Pero no todo fue tan fácil, tuve que buscar un trabajo como abogado, y vivir bajo la mirada juzgante de la ciudad donde vivía... creo que todos pensaban que mí familia me había marginado por no querer seguir formando parte del conjunto de ilegalidades Kallevy, pero para nada me interesaba el pensamiento que esa gente tuviese sobre mí, ya que cada noche la conciencia me torturaba y de  todas formas la idea de haber ayudado a mí padre a quedar libre de los malos actos me hacía sentir sucio, y no quería eso para mí.
Fue así que luego de años como abogado defendiendo a personas que me contrataban y sumando los ahorros de mí cuenta bancaria fui capaz de comprar un boleto de iba a Bergen, la segunda ciudad mas grande de Noruega y una casa alli, emprendí el viaje y comencé mí nueva vida. Debo admitir que los primeros años me fue muy difícil adaptarme a no compartir el dia a dia con mi familia. Pero la decisión de mi padre me había golpeado por completo, había ensuciado nuestro apellido que con tanto esfuerzo formado. Y a su vez, yo era quien quería pasar por esto... había escogido apartarme del negocio familiar, entonces tambien afrontar las consecuencias que esto tuviese.
De igual formas nunca corté por completo el lazo que me ataba a la empresa, ya que cada mes debía firmar los contratos correspondientes a Farmacias Kall Company. Gracias a que era el hijo mayor cada mes tenía el "privilegio" de saber las ilegalidades que mí padre hacia extensamente por todo el mundo.
En Noruega comencé a especializarme en Bioquímica, ya que desde pequeño me interesaba la inmensa dimensión que es la composición de los seres vivos y como cada pieza realiza su tarea de manera perfecta para que el conjunto funcione correctamente.  Una vez que terminé la carrera que había escogido, en conjunto con unos compañeros con los cuales había formado una estrecha relación estudiando y unos profesores que estaban con nosotros decidimos abrir un laboratorio bajo el nombre de A.K.C.A (Alec Kallevy Cientific Association) destinado al estudio de enfermedades que no tenían una cura disponible ya que estas simplemente eran tratadas de manera que la única opción era la garantía del que paciente no sufriría tanto en lo que viviese.
A.K.C.A Dedicó años de estudio hasta que finalmente en el año 2037 fue premiada por descubrir y brindar a la humanidad una cura para el cáncer que no producía efectos secundarios en el paciente.
Ese mismo año sentí que había logrado dejar atrás una gran mochila que venía cargando, la mancha que llevaba mí apellido, y aunque nunca fui puesto en duda o me tuviesen bajo la mira sentía que tenía una gran obligación, la de ir limpiando la mala imagen que mí padre nos había causado. Ésta vez por fin sentí que todo el esfuerzo que había hecho, el haberme descuidado en cuanto a mí salud, el padecer migraña por las pocas horas de sueño... Había dado su fruto.
No fue hasta ese entonces que el pequeño grupo de trabajo que habíamos formado con mis ahora amigos tuvo reconocimiento mundial. En ese mismo año, gracias al financiamiento que nos brindó el estado por el reciente reconocimiento que habíamos logrado, nuestra asociación tuvo la posibilidad de abrir sucursales en distintas ciudades y países con el fin de comenzar series de estudios de diversas enfermedades que por años habían azotaban a la humanidad.
Tuvimos muchos logros más como científicos, descubrimos más soluciones a problemas a los que nos enfrentabamos antiguamente. Incluso en una de nuestros laboratorios en Wuhan, un grupo de 15 científicos había encontrado una solución al Alzheimer.
Me atrevo a decir que A.K.C.A superó las expectativas que yo mismo me había puesto como objetivos, pero no íbamos a parar. Lo dábamos todo para lograr las soluciones que a largo plazo lograbamos obtener, no lo hacíamos por reconocimiento o dinero... Lo hacíamos porque la idea de tener una vida plena, libre de enfermedades era nuestro máximo deseo a obtener... En un momento sentíamos que éramos capaces de controlar y modificar la naturaleza, que podríamos controlar cualquier cosa que se nos interpusiese en el camino...

"A.K.C.A La gran revolución científica que logró solucionar problemáticas que jamás pensábamos ser capaz de resolver, A.K.C.A quien pudo cambiar y  seguirá cambiando el existir de la humanidad a lo largo del camino"

Este enunciado nos acompañaba a cada lugar que íbamos, a cada entrevista y paso que dábamos.
Creo que allí fue cuando nos salimos del eje, pensamos que seríamos más sabios que la naturaleza, que seríamos capaces de romper los sistemas que hace siglos venían rigiendo de forma superior.
Un grupo de personas que se sintió capaz de subestimar a la naturaleza...
Por mí experiencia puedo decir, que mayormente cuando sientes que tienes el control de algo estás al borde de perder el control, que estás caminando en una cuerda floja y cualquier paso en falso que des puede condenarte de por vida, y claramente no importa cuántos pasos buenos des en tu vida, la sociedad siempre te condenará por el error que cometiste.

Paciente ∞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora