Capítulo 1 ✨

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Era una noche tormentosa, TaeHyung se encontraba caminando hacía su pequeño departamento, venía de comprar la despensa de la semana -eran mas golosinas que comida- cubierto por un paraguas enorme para no mojarse

Pasa tranquilamente a lado de un callejón cuando escucha que de este sale un pequeño golpe, seguido de varios sollozos de los que suponen que era en un pequeño niño. Como alma que lleva el diablo corre hacia el sonido, importandole poco empaparse cuando deja caer el paraguas al ver a un pequeño hibrido de conejito en el suelo, con moretones y sangre en su carita. El pequeño no dejaba de sollozar y ni siquiera le prestó atención a la persona a su lado, concentrado solo en el dolor que tenía en todo su cuerpecito y el hambre que sentía debido a días sin comer

TaeHyung se deja caer de rodillas en el mojado callejón y toma con suavidad al niño frente a el, asustandolo un poco, pero no lucha ya que no le quedan fuerzas en su cuerpo

"Dios mío, ¿Quien te hizo esto?" murmura al borde de las lágrimas, sintiendo su corazón oprimirse por la imagen que el pequeño muestra

Con todo el cariño del mundo alza al pequeño hasta su pecho, sonriendo un poco al ver como se acurrucaba lentamente entre sus brazos, asegurando que el conejito fruncia el ceño debido al dolor en su cuerpo

"Tranquilo bebé, ya estoy para ti" le murmura con amor, tomando el paraguas para cubrirlos de la lluvia y no quedaran mas empapados de lo que ya estaban "Vamos a casa ¿Bien?"

El pequeño solo se queda estático sobre el pecho de el desconocido, ¿A casa? ¿Que es eso? ¿Los señores malos volverán? Esa y miles de preguntas más llegan de golpe a su cabecita, pero cuando alza la vista se encuentra una sonrisa un tanto peculiar, pero eso no le quitaba lo hermosa

Por alguna razón, esa sonrisa le dio confianza y se dejo hacer sobre los brazos del mayor, cerrando sus ojitos y suspirando mas tranquilo

Algo en el le decía que no volvería con esos señores malos porque ese desconocido lo protegeria

Después de quince minutos de caminata, el mayor llega al edificio donde vive, por primera vez agradeciendo internamente que en ese lugar aceptaran híbridos. Aunque a veces era desesperante por el pequeño hibrido de perrito revoltoso que tenía su vecina, a ese niño le encantaba hacerlo enojar

Sube el elevador aún con el pequeño en sus brazos y suspira cuando llegan al pasillo, caminando hasta la puerta de su departamento. Dejando las compras y el paraguas en el piso para abrir la puerta.

Entra y deja las bolsas sobre el sofá, dejandose caer lentamente en este aun con el pequeño entre sus brazos,  haciéndolo sentarse en su regazo. Fija la mirada en el cuerpo del niño, notando con pesar que todo su cuerpo estaba lleno de raspones y moretones

"Hola pequeño" le murmura con cariño, tratando de no asustarlo "Yo soy Taehyung ¿Tienes nombre?"

"Conejo" escucha la tierna vocecita del menor, frunciendo un poco el ceño ¿Conejo? ¿Ese era su nombre?

"¿Ese es tu nombre?" le pregunta confundido, viendo al pequeño asentir a su pregunta, escuchando después un pequeño gruñido saliendo del estómago del conejito, el mayor solo sonríe enternecido "¿Tienes hambre?" como respuesta por parte del conejito solo recibe un pequeño asentimiento

Tae solo toma un paquete de galletas de chocolate que sobresalía de las bolsas de compras, abriendo el paquete y pasándole una al conejito

Solo mira enternecido como el pequeño primero huele la galleta, arrugando la nariz y después sonrie para casi arrebatarsela al mayor y llevarla a su boca, devorandola a los segundos

"Tranquilo, come galletas" ríe divertido, pasandole otra al niño "Eres igual que mi primo JungMin, las devoran" el pequeño solo lo mira curioso, sin dejar de comer esa cosa rara pero deliciosa que le dio ese señor, el cual solo miraba al piso pensativo "Jung, galletas. Jung cookies, ¡JungKookie! ¿Te gusta? ¡Sería tu nuevo nombre!"

Le pregunta emocionado, el estaba decidido a quedarse con ese pequeño y estaba dispuesto a hacerlo legalmente, negando a la idea de que lastimen a ese pequeño mas de lo que ya parecía que habian hecho ¿Quien tenía el alma tan podrida como para lastimar así a un pequeño niño? TaeHyung simplemente no lo entendía

El pequeño solo lo mira curioso ¿JungKookie? Sonaba bonito, en el cuarto feo esos hombres lo llamaban conejo o rata, esos nombres nunca le gustaron. Pero JungKookie sonaba bonito, hacia que su pancita sintiera cosas bonitas y no sabía si era por el nombre o por la deliciosa cosa -que aun no sabe como se llama- Que estaba comiendo

"Me gusta" murmura mordiendo el último trozo de galleta, apuntando después el paquete que tenía el mayor entre sus manos "Me gustan" vuelve a decir, dirigiendo las palabras esta vez a esas deliciosas cosas, el mayor solo ríe enternecido y le pasa todo el paquete completo, viendo sorprendido como se lo debora en menos de 4 minutos

De la amistad al amor solo hay una garrita de distancia [Kookgi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora