Lo que pasó en Corea, se queda en Corea.

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Lo que pasó en Corea, se queda en Corea.

By: Kuroko Tetsuya & Furihata Kouki.



Kouki subió su copa con burbujeante champagne dorada, sonrió a sus amigos, especialmente a Tetsuya que movió ligeramente su copa en el aire, al mismo tiempo que Kouki hizo lo mismo, como si estuvieran chocando ambas copas, a pesar de la distancia entre ellos de algunos metros.

Luego, su mirada regresó a su esposo.

Exhaló una gran cantidad de aire y comenzó a hablar, él tenía un gran discurso sobre esto, incluso un chiste, pero, ahora mismo tenía la mente en blanco, el nerviosismo a hablar frente a multitudes seguía ahí, incluso si esa multitud son sus mejores amigos, sus padres y Akashi Masaomi.

Especialmente por lo que estaba a punto de decir.

—Hace ocho años me case con la persona que menos esperaría, fue repentino y sinceramente ni siquiera sabíamos lo que estábamos por hacer. — La multitud sonrió, su esposo: Akashi Seijuro rodó sus ojos, no obstante, Kouki pudo ver el rastro de una sonrisa en sus labios que está seguro pronto desaparecería. — Y eso no hará que Seijuro, mi segundo esposo, esté contento, pero en mi defensa, REALMENTE, REALMENTE, no sabiamos que estabamos casandonos cuando visitamos Corea, ¿cierto, Tetsuya?

Todas las miradas se centran en el hermoso esposo de Kagami Taiga; Kagami Tetsuya, pero él solo dice, con su cara de póker:

—Cierto.

—Y no sabíamos cómo confesarselo a nuestros esposos, en ese entonces, novios; así que actualmente seguimos casados en un país al que dudamos en regresar y Tetsuya sigue sin darme pensión por abandono de hogar.

Y eso es algo que ciertamente Akashi Seijuro NO querría escuchar en su octavo aniversario de bodas.

—¿Kouki?

A lo lejos puede escuchar a Taiga llamando a su esposo.

—Oi, ¿Tetsuya?



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Ocho años antes...

Seúl, Corea.

Distrito Gangnam.

—¿Kise-kun? — Kuroko intentó por enésima vez comunicarse con su muy despistado y energético amigo, sin embargo, la suerte no parecía estar de su lado, el de cabellos azul celestes retiro el celular de su oído y miró fijamente la pantalla de su teléfono inteligente iluminarse, indicando que, en efecto Kise había contestado la llamada, mientras los segundos seguían pasando, aun así no podía escuchar la chillona voz de su rubio amigo.

Kuroko suspiró y colgó la llamada.

—¿Y? — Kuroko subió su mirada para toparse con la mirada color chocolate de su amigo, Furihata Kouki, próximo a ser Akashi Kouki. — ¡Lo siento! — Kouki se disculpó cuando chocó con un extraño, aunque su japones quizas no podia ser entendido por los apresurados transeúntes a los que muy poco les importó lo que el chico nervioso que se había detenido en medio del distrito gangnam, dijo en un idioma diferente al suyo.

La boda de mi amigo, conmigo. |AkaFuri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora