Forty four.

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Daniel.

Desde la ventana de la habitación de Mía pude divisar al coche de Corbyn estacionar con lentitud frente a la puerta. No me había dado tiempo ni de llegar allí cuando la antes nombrada fue abierta con brutalidad y Zoe entró lloriqueando.

-¿Amor?-me detuve mirándola con preocupación-¿qué ocurre?

Intenté detenerla pero fue inútil. Ella siguió de largo y lo más rápido que pudo subió la escalera y la escuché cerrar la puerta de la habitación con un portazo.

-¿Qué demonios pasó?-pregunté mirando a Corbyn de mala manera.

-Habló con Jonah, eso pasó-suspiró pasando la mano por su cabello alborotandolo un poco.

-¿Qué demonios le hizo ese idiota?-me miró molesto.

-No es lo que le hizo, es lo que todos hemos hecho-lo miré confundido-todo comenzó luego de que Zoe engañara a Jonah contigo.

-Por favor-me quejé-estás volviendo el tiempo atrás a hace como seis años ¿qué tiene que ver eso con todo esto?

-Tiene todo que ver-reprochó-la banda se desvaneció lentamente sin siquiera notarlo, ustedes se separaron-habló refiriéndose a Jonah y a mi-luego tu decidiste ignorar todo tipo de códigos con él y simplemente planeaste tu vida con la que era su ex novia, el amor de su vida.

-Que exagerado eres-reproché con una mueca.

-¿Tú crees?-me miró molesto-eras su mejor amigo, sabías perfectamente los sentimientos que él tenía por Zoe, la amaba por sobre todas las cosas y tú decidiste arrebatarle eso-resoplé molesto.

-¿Me dirás que tiene que ver eso con el hecho de que Zoe esté allí arriba llorando?

-Jonah vuelve a irse-algo incómodo se movió dentro de mi-después de todo...aún le duele y le cuesta estar cerca de ella, sin contar que sólo se siente un estorbo en sus vidas.

-¿''Sus vidas''?

-Sí, la tuya y la de Zoe. Por favor, ¿me dirás que tú no lo extrañas ni un poquito? era tú hermano-me miró algo dolido por toda la absurda situación-se que lo extrañas, aunque no quieras aceptarlo, porque eres un maldito orgulloso-rodó los ojos-lo extrañas-aseguró.

-Entonces ¿Zoe está así por qué él se va?-evadí el tema, Corbyn asintió-¿cuándo se irá?

-En la mañana-contestó sacando su teléfono del bolsillo-Christina llama, debo irme-asentí-traeré el coche de Zoe en la mañana.

-Está bien.

-Adiós, Daniel-saludó dirigiéndose a la puerta.

-Adiós.

Suspiré y amasé mi rostro con mis manos, me mentalicé y luego caminé arrastrando los pies hasta la habitación. Abrí con lentitud y vi a Zoe acostada en la cama, tenía su cuerpo hacia arriba, sujetaba su vientre con las manos y con una mirada triste se concentraba en observar las estrellas por la ventana.
Admiré su belleza unos segundos más y luego me acerqué sigilosamente, me acosté junto a ella y me apoyé en uno de mis brazos para poder verla mejor. Noté algunas lágrimas en su mejilla, acerqué mi mano y con delicadeza se las quité.

-Ya no llores, por favor-rogué-odio verte llorar-sorbió delicadamente por la nariz y luego me miró.

-¿Corbyn te lo dijo?-asentí y vi sus ojos cristalizarse nuevamente-Lo lamento-se disculpó y yo negué-se que no te gusta que llore, mucho menos por él-asentí dándole la razón-sólo...no puedo evitarlo-sollozó quitándose algunas lágrimas nuevas-no pretende volver, no quiere volver-negó con la voz frágil-no estoy del todo segura de por qué, pero no quiero que lo haga, no quiero que vuelva a irse.

•Don't stop loving me•  3°《Daniel Seavey & Jonah Marais》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora