—Buen día.
Luzu dejó a un lado su taza de café, se dio la vuelta alejando la mirada de la ventana, mirando a quien salía de su habitación estirándose y mostrándose tan como en su casa como si le perteneciera, tanto como para ir por toda la habitación únicamente en calzoncillos ajustados.
—Buen día. — respondió mirándolo con cuidado, caminaba como si estuviera confiado en estar ahí, haciendo lo que quiera sin recibir ninguna sola reprimenda.
—¿Qué harás hoy? — Auron tomó el cartón de leche directamente del refrigerador y sin reparos se lo llevó hasta la boca bebiendo sin preocupación, haciendo a Luzu rodar los ojos ligeramente molesto.
—No tienes remedio, usa un maldito vaso, zorra. — Dijo sin sonar enfadado ni para ser un verdadero reclamo —. No lo sé, pensaba quedarme aquí. —se encogió de hombros recargándose nuevamente sobre la barra mirando por la ventana.
—Ay, mi niño. —De un segundo a otro, Luzu ya tenía a Auron tomándole de la cintura, hasta abrazarlo por la espalda —. No seas tan malhumorado. — besó su hombro, en la parte en que la sudadera dejaba piel expuesta, sin reacción, no es como si le importará, hasta le daba gracia —. Acostúmbrate, mi niño, que no será más que en cuestión de días, que me tendrás aquí todo el tiempo. —Dio una mordida suave al fin causando una reacción del hombre —. Eso está mejor. —rio suave sobre la piel y se alejó nuevamente con su pretencioso caminar.
Luzu lo miró sobre el hombro, y sonrió ladeado.
—Deberías hacerlo más seguido, mi niño. — Le dijo con un guiño entrando nuevamente en la habitación, pero deteniéndose en el umbral de la puerta, con una sonrisa socarrona dijo —. Deberías ir con Vegetta y Rubius hoy... No hace un buen día como para quedarte aquí solo.
El castaño se limitó a asentir y seguir la recomendación casi de inmediato, tomó su mochila y se encaminó hasta la puerta para salir, ya había mandado un mensaje a Vegetta, por lo que ya le estaba esperando fuera de su casa a unos minutos de ahí. Se detuvo al tener a Auron ya vestido en la puerta, esperándolo.
—¿Creíste que olvidaría mi beso de despedida? — Dijo Auron con su usual tono burlón y coqueto que se permitía únicamente con el serio y reservado hombre.
El mayor se acercó y le cumplió el deseo al dueño de semejantes ojos rojos y peligrosos, el besó termino con un jadeante Auron con la espalda en la pared. Se separaron y Luzu le tomó de la barbilla con excesiva fuerza, le lastimaba, pero a Auron no podía importarle menos, solo sonrió complacido.
—Lo arruinas, y serás el primero en perder la cabeza, Auroncito. No olvides el trato.
Miró los ojos azules y oscuros que no mostraban tener intención por el momento de soltarlo, seguramente una marca sí dejaría en su piel. Aun así, sonrió, acercó sus manos al rostro de Luzu le acarició y dijo sin temor —. Claro que sí, mi niño.
Después de un corto segundo, Luzu le soltó. Auron sonrió como si nada y lo dejó marchar. Lo vio irse y desaparecer entre las murallas de su hogar.
—Nunca olvidaría el trato. — murmuró dándose la vuelta.
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Encendió el cigarro y guardó el encendedor en su bolsillo, fumó un poco y con cierto recelo, miró a su alrededor. Los árboles se mecían sobre su cabeza, de vez en cuando escuchaba a los animales moverse e ir de un lugar a otro estando acostumbrados a su presencia, al vivir por la zona, las criaturas parecían casi clementes al dejarle existir en soledad entre sus bosques. Mirando a sus espaldas vio las luces encendidas del pueblo y demás hogares, que de a poco se iban apagando, un festival se estaba dando por terminado, pero no quiso unírseles. Algo en su estómago retumbaba dándole sensaciones incomodas, casi sintiéndose observado a cada segundo.
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Feeling good LUZUPLAY
FanfictionEsa noche, cuando todos celebran, sus ojos se cruzan con un secreto bañado en sangre, la sonrisas son sinceras pero los pensamientos son negros. Alguien falta en esta fiesta, pero nadie lo extraña, la voz suena por la estancia solo para él. Han hec...