Capitulo 7

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  Cuando despierto me sorprende encontrar unos grandes ojos azules mirándome con ternura. Me sonrojo y me tapo la cara con la manta para que él no lo vea.

  - ¿Que es lo que haces? -pregunto intentando parecer más enfadada de lo que realmente estoy.

  Me sonrojo aún más al ver su cabeza asomar por debajo de la manta y sonreirme.

  - Es que cuando duermes pareces tan tranquila, tan agena a todo que quería comprobar si era cierto que no percibías lo que pasaba a tu alrededor -dice pensativo como si realmente fuera por simple curiosidad.

  -¿Y que has descubierto? -pregunto intentando reprimir una sonrisa con todas mis fuerzas.

  - He descubierto que por muy tranquila que parezcas mientras duesmes sigues estando alerta -dice orgulloso de la conclusión que ha sacado, pero él no lo puede dejar ahí- y que duermes agarrando ese cuchillo que llevas escondido en tu bota con todas tus fuerzas.

  Al darme cuenta de que sigo agarrando el cuchillo lo suelto y siento aún más calor en mis mejillas. Él suelta una gran carcajada y yo le respondo tirandolo al suelo de un empujón.

  - Maldito elfo presuntuoso, disfrutas riendote de mí.

  -Ni te lo imaginas -dice sonriendo desde el suelo. Entonces me doy cuenta de lo que intenta. "No confíes en nadie, nunca más" resuena en mi cabeza. Esas palabras me suenan ya como un viejo proverbio una sola ley que he seguido como si fuera mi religión desde hace años y que no acabará ahora.

  Me levanto con expresión fría recogiéndolo todo para partir y sin decir palabra.

  Caminamos largo rato y hablo un poco con el resto de miembros de la compañía mientras el paisaje cambia a nuestro alrededor de un frondoso bosque a una montaña nevada.

  La nieve se acumula a mi alrededor y me impide avanzar. No soy tan fuerte como para conseguir mover el enorme muro de nieve ni cuento con la altura de Boromir o de Aragorn así que siento como la nieve me ralentiza y me entierra poco a poco. Cuando ya estoy prácticamente hundida en la nieve sin poder moverme siento como alguien agarra mi mano y tira de mí hacia arriba consiguiendo ponerme de pie encima de la nieve.

  Giro la cabeza y veo a Legolas con expresión preocupada, supongo que porque los ralentizo por muy extraño que sea este elfo dudo mucho que le importe mucho si me quedo enterrada en la nieve, probablemente no quiera decepcionar a Elrond. Observo que el resto está por delante luchando conta la nieve y no se han dado cuenta de que yo ya no les seguía.

  - ¿ Te encuentras bien? -pregunta y realmente parece que hay preocupación en su voz.

  - Sí - respondo sorprendida y algo mareada por el cansancio y el frío- puedo andar sola, no necesito ayuda.

   - Te ayudaré a caminar por encima de la nieve y no te resistas tanto.

   Yo empiezo a protestar enfadada pero el me corta con una sola frase.

   - Recuerda que me distes tu palabra de que me darías la oportunidad de ganarme tu confianza.

  Yo suspiro derrotada y finalmente caminamos el uno al lado del otro, yo intento imitar sus andares de elfo, no peso mucho así que no me hundo demasiado. Camino dandole la mano para que me ayude a salir de la nieve cuando empieza a llegarme por las rodillas. Finalmente asumimos que es imposible avanzar más por el hechizo de Saruman el Blanco, un poderoso mago que se ha convertido en siervo de Sauron, así que volvemos atrás y decifimos atravesar las minas de Moria.

  Cuando al fin llegamos a las minas encontramos unas grandes puertas con un acertijo en elfico para entrar. Gandalf prueba con muchas palabras que no entiendo pero las imponentes puertas no se mueven. Legolas, Gimli, Aragorn y Boromir están sentados juntos mientras yo estoy apoyada en una roca a varios metros mirando como Gimli y Legolas se pelean sobre las guerras entre sus razas. Nadie parece percatarse de mi ausecia salvo Legolas que desvía la mirada hacia mí constantemente y mueve la cabeza indicándome que me una a ellos yo niego con la cabeza y creo que él adivina que es por vergüenza porque no tarda en hartarse, venir a por mí y llevarme prácticamente a rastras hasta el grupo.

Finalmente todos acabamos enseñando técnicas de lucha a los hobbits y comparando las suyas. Boromir practica con los hobbits mientras Aragorn y yo practicamos juntos con la espada con Legolas observando con una media sonrisa.

  Aragorn se queda impresionado con mi dominio de la espada pero me ayuda con la técnica que no tengo por falta de un mentor. Luchamos, nuestras espadas chocan con fuerza pero no tarda en averiguar mi punto débil. En medio de un pelea en la que parece que le tengo acorralado él consigue apartar mi espada golpeándola fuertemente con la suya y con un rápido movimiento me levanta del suelo y me inmoviliza, yo pataleo con todas mis fuerzas buscando tierra pero en fuerza no le puedo ganar. Al final me deja en el suelo pensativo.

  - Interesante -dice observandome.

  - ¿Qué es tan interesante? -pregunto volviendo a colocarme la tela oscura que, junto con la capucha, cubre todo mi rostro salvo los ojos.

   -He probado con muchas técnicas que tú no conocías y no has tardado en librarte de ellas, sin embargo con esta no lo has conseguido.

  - Es mi punto débil,  me es fácil pasar desapercibida y soy rápida y ágil en tierra pero si me levantan del suelo soy incapaz de defenderme.

  - Eso es porque das el combate por perdido antes de tiempo, no debes dar patadas al aire, no pesas mucho, por mucho que des patadas no te harás más pesada debes conservar la calma y buscar una forma de soltarte.

  -Gracias por ayudarme con la espada -digo realmente muy agradecida. He estado muy atenta a todo lo que me ha dicho y a sus lecciones y Aragorn parecía encantado de que le hiciera tanto caso y de lo rápido que aprendía.

  - Ahora será mejor que comamos algo -dice mientras se sienta junto a Legolas. Todos comemos y hablamos animadamente mientras comemos todos cuentan experiencias de combates y luchas y me animan a contar algunas. Les cuento varias historias de mis enfrentamientos con bestias y sobre todo mis metodos para engañarlas, ellos ríen y elogian mi astucia, lo cual me hace sonrojar, por lo cual ríen más. La estridente risa de Gimli se oye por encima de todo, el único que no rie del grupo es Boromir que me mira con desconfianza.

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Hola!! ¿Que os ha parecido el capítulo?  Ya sé que es algo menos entretenido que el anterior pero quería dedicar un capítulo a la integración de Géminis en la compañía.

Me gustaría agradecer también a skisay su amable comemtario, ya sé que soy pesada dando las gracias por los comentarios pero son la razón ppr la que sigo escrbiendo.

Besos desde la Tierra Media

Xao

Géminis, un nuevo comienzo- fanfictDonde viven las historias. Descúbrelo ahora