FIFTY - SEVEN

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–¿Lista?– preguntó Bin, estábamos en el parque en el que cité a YoonGi.

–Estoy muy nerviosa– Lo mire– ¿Y si mejor ya nos vamos?– dije limpiando el sudor de mis manos en el pantalón.

–Tranquila, estarás bien, ve– atravesó su brazo por mi anatomía y abrió la puerta del auto– Estaré del otro lado esperándote.

–Prácticamente me corriste– reclame con el ceño fruncido.

–Deja de poner pretextos y baja tu gordo trasero del auto– dijo con un tono burlón.

–¿Cómo sabes que mi trasero está gordo?– indague.

–Ya basta Sam– dijo serio pero sin llegar a ser grosero.

–Ash– dije mientas bajada del auto echando la cabeza hacia atrás– Odio que me conozcas tan bien. Adiós– le di un portazo al auto.

Escuché un par de improperios de su parte mientras el auto se dirigía a otra parte, pero mi mente iba concentrada en otra cosa, ahí estaba yo, con las manos en las bolsas del mi chamarra de mezclilla, hubiera preferido traer otra cosa, el frío estaba a todo lo que daba. ¿Cómo no tonta? Es invierno. Pero el frío y los pensamientos se fueron cuando vi un cuerpo de espaldas mirando el lago con las manos en la misma posición que las mías, pude sentir como el calor se expandía hasta mis mejillas y a pesar de que todo estaba oscuro el rubor en mi rostro se podía ver gracias al reflejo de la luna, Min YoonGi siempre tendría ese poder sobre mi.

Apresure un poco más mi paso, y ahí estaba, detrás de él, a un paso de distancia, podía ver su espalda, incluso a esta distancia llegaba el aroma que tanto me volvía loca, era ahora o nunca.

–Min...

Su cabeza volteó de inmediato, como si se tratara de la chica del exorcista, pronto su anatomía giró totalmente hacia mi. Dos bobos mirándose a los ojos sin hacer nada más que eso, mi cuerpo comenzó a transpirar sudor frío.

Pude ver que sus ojos se cristalizaban y su nariz se movía, como cuando te aguantas las ganas de llorar. Lo sé porque yo me encontraba igual que el. Sin previo aviso se abalanzó a mi, sus brazos rodearon mis hombros y escondió su cabeza en mi cuello. Lo mismo hacía cuando dormíamos juntos. Tarde unos segundos en responder, sin más pase mis brazos por su cintura, en ese momento me apretó más a él, como si no quisiera un espacio entre nosotros, lo cierto es que no lo había, su anatomía estaba totalmente pegada a la mía, si bien se pudiera tal vez ya nos habríamos fusionado. De pronto se separó de golpe y tomó mi cara entre sus grandes manos.

–¿Por qué te fuiste?– Susurró molesto, su rostro estaba muy cerca del mío, podía sentir su respiración, no recordaba cuanto había extrañado tenerlo tan cerca y ver a detalle sus facciones.

Tome sus manos y poco a poco las quite de mi cara. Me recosté sobre el húmedo césped lentamente, él me miro extrañado.

–Ven, te contaré una historia– palmeé el césped junto a mi para que se recostara conmigo, y así hizo.

–¿Una historia?– preguntó una vez que se recostó a mi lado.

–Si, pero... no puedes decir nada hasta que termine de contarla– lo mire y ambos estábamos frente a frente, le regalé una sonrisa y mire la luna.

–Está bien– dijo dudoso.

–Bueno– suspire y continúe, no sin antes ver como YoonGi entrelazaba nuestras manos y con su pulgar acariciaba mi mano– Había una chica, no recuerdo su nombre– mentí.

COMPLICATED   MYG    (LOVE BOOK 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora