Una Misión Complicada

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Mientras iba de camino a casa de la awela,surgió algo en mi. Una vocecita interna que, me decía una y otra vez que encontrase los pendientes de ladybug. Era una misión,mi objetivo, mi deber en esta vida. Sabía que si los llegaba a encontrar,podría morir tranquila.

Mi awela,la mejor del mundo por cierto, me estaba contando lo que había pasado en Las Islas de las Tentaciones con Estefanía y Christopher. Pero de repente, me entraron unas ganas inmensas de ir al servicio. Tuve que dejar esa conversación tan interesante a medias :( . No tardaría mucho en volver, o al menos eso pensaba, porque el diminuto baño de mi awela se había convertido en un gran almacén y de pronto,volví a sentir aquella sensación de volver a encontrar los pendientes. Las ganas de hacer pis se perdieron,pues me puse a buscar como loca por todos los rincones posibles del baño,si es que ahora se le podía considerar eso,porque ya ni si quiera estaba el retrete. Los únicos pendientes que encontré fueron unos de choni,esos aros taaaan grandes que incluso un delfín puede pasar por ellos, esos, y unos parecidos a los de ladybug,pero made in china,de plástico y muy mal pintados. Decidí darme por vencida y salir de allí.

Cuando abrí la puerta,ya no estaba en casa de mi queridísima awela, si no que ahora me encontraba en frente de una mansión abandonada. En ese momento me di cuenta que no me encontraba sola. No sabía como había llegado hasta allí, pero era mi destino. Las personas de mi alrededor empezaron a entrar a la mansión y yo, como buena borrega que soy, les seguí hasta el interior. Se notaba que los años le habían pasado factura. Los muebles estaban carcomidos,el suelo rechinaba,las escaleras eran inestables y la madera se partía en ocasiones. Sentía que en cualquier momento se iba a derrumbar, aunque siendo sincera me dio un poco igual. Empecé a subir y a bajar escalones,abriendo y cerrando puertas,buscando en habitaciones sin saber porqué. De vez en cuando,escuchaba a personas gritando, mientras caían al vacío, pero yo iba a lo mío y me importaron menos que los anuncios de youtube.

Maldije el momento en el que no fui al servicio cuando aún podía,así que,sintiendo que la bejiga me iba a explotar fui en busca de un baño. Sin darme cuenta salí de allí y me encontré en mitad del jardín una oficina,sin paredes,solo con puertas. Tuve la suerte de que allí mismo se contrase mi profesora de historia,porque me daba vergüenza decirle a un señor que no conocía de nada que me meaba mas que un viejo en un viaje de 5 horas. Mi profe,tan maja como siempre, me señaló el wc que,oh sorpresa, tampoco tenía paredes. Pero eso,a mi no me importó porque fui muy decidida a hacer aguas menores. Por alguna razón, empezaron a entrar como una docena de personas en mi ''intimidad'', hablando y sentándose a mi lado, en el suelo,en sillas en la bañera... Yo no le presté atención a ello,estaba demasiado concentrada en no hacer ruido al mear. En cambio, la de historia se puso hecha una furia y empezó a gritar y a echar a patadas a las personas que estaban allí.

Cuando terminé, aparecí por arte de magia en una casa rural. Por alguna razón,tenía por compañeros a unos cuantos fuckboys. Menos mal que mis padres se dignaros a aparecer porque aquello empezaba a ser cliché de wattpad. Mi madre sacó un bote de pringles de su diminuto bolso mientras echabamos un vistazo a la casa y caminabamos por el inmenso jardín. Un puñado de patatas se cayeron al suelo y sin darme cuenta las pisé. Sin ningún sentido,al igual que toda esta historia las migajas de patatas empezaron a brillar,tanto, que me cegó por un momento y me tuve que agachar para verlo mejor. En ese instante lo supe. Había encontrado los pendientes de ladybug...

Y Los Sueños, Sueños SonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora