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El granizo caía como rocas sobre la superficie fría y turbia
Desde años que no sucedía, pero estaba listo sin duda
Tenía mis zapatos para invierno y la gabardina que me había regalado mi papa
Tenía años que no lo veía, espero que no le haya sucedido nada malo

La Av. Pedro Ordoñez parecía desolada y destruida
Hay varias cosas que sucedieron en aquel lugar
La más fuerte recuerdo que fue un tarde de otoño de 1998
Mi madre y yo nos encontrábamos camino al ayuntamiento, de repente algo sucedió, inhóspito y abrumador
Encontré un diente de león y lo arranque dispuesto a llevarlo de paseo
Ya en el ayuntamiento aquel suspiro de la vida se escapó de mi poder
Y voló, recuerdo que yo un niño que se aferraba mucho a las cosas, deseaba que jamás hubiera escapado, pero así fue
Llevaba una cara un tanto desagradable por las calles de un pueblo marcado por la historia que aún se sentía en los murales y en sus ancianos.

Mamá acabó de hacer varios trámites con aquel señor que tanto molesta la molesta, su nombre es Gobierno, o algo así. Siempre se queja de él y dice que la maltrata mucho, a veces me molesto y quisiera ser mayor para darle un golpe en la cara.

Al volver, mientras mi madre sacaba las llaves de su bolso de cuero color carmín sentía como el peso más ligero de una vida tan vaga y sencilla caería sobre mi joroba en crecimiento. No le di mayor importancia y miraba mi destino, una habitación llena de recuerdos, pero no puedo evocar y estar en un recuerdo al mismo tiempo, o si?

En mi habitación solo con mirar un libro me traslade hasta aquel momento, raro y oportuno. El libro se llamaba: "Una vida sin saber vivirla" Era de Joel Toabanda, siempre pensé que nuestra coincidencia de nombres era un hecho extraño, en aquel libro se contaba la historia de un ser artificial creado por la mano humana que al inyectarle sentimientos verían como la felicidad que se ve puede ser derrumbada por la verdad o mentira que se esconde en la historia. Y curiosamente teníamos el mismo nombre
Pronto tendría una película.
Ese libro me identifica demasiado, es uno de los pocos recuerdos que tengo de mi padre.
Mi padre fue un comerciante, ese hombre tiene una historia demasiado tensa y abrupta. Según mi madre me contaba el era un hombre de una familia demasiado unida, donde las decisiones de varios no fueron las correctas.
. El 3er hijo de 7, ¿Vaya locura verdad? Su madre es una señora luchadora, desde que tuvo a sus hijos y a pesar de todo siempre afronto los problemas con su rostro frio, gestos amoros

PremonicionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora