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Ambos mexicanos y ambos rusos se encontraban en el automóvil del mayor de los rusos. Ambos mayores sentados en la parte delantera y ambos menores atrás.

La capital mexicana, aún inconsciente, con la cabeza recostada en las piernas de la capital rusa, este mismo lo venía moviendo un poco y diciéndole cosas en ruso para tratar de que reaccionara.

Москва, попробуй разбудить его. (Moscú, intenta despertarlo)

Да, отец...Я делаю (Si, padre...Eso estoy intentando)

El moscovita comenzó a dar pequeños golpes en las mejillas del más bajo y lo comenzó a zarandear mas fuerte.

Чиланго, проснись глупо! (¡Chilango, despiertate estúpido!)

El ruso miraba preocupado al hijo del mexicano desde el espejo retrovisor y se preguntaba como había pasado eso.

¿sabes? apenas ayer creía que el que lo dejaría asi ería Москва...

—pus yo también

—entonces Мексика, ¿ahora si me dirás que le paso a la ciudad?

El mexicano miró a su pareja y luego giro un poco su cabeza viendo como Moscú zarandeaba a más no poder a su hijo. Un recuerdo cruzó por su mente.

[...]

jefe...

El capitalino se encontraba hablando desde a lado de la cama a su padre que aún dormía, al ver que esté no despertaba tuvo una idea.

Sacó su celular y comenzó a buscar el peculiar sonido que aterra a todos los mexicanos. Subió el volumen completamente y espero solo unos segundos, viendo como su padre reaccionaba completamente con el ruido de la alerta sísmica mexicana.

¡aaaah! ¡no mameeees, esta temblando!

El capitalino no pudo evitar estallar en carcajadas por la reacción de su padre.

hijo de tu chingada madre, vas a ver

—era pa' despertarlo, además aquí ni suena esa alerta.

El más bajo apago el celular haciendo que dejara de sonar la alerta y siguió riendo como loco. El mexicano se agacho y tomo una chancla que estaba en el suelo. 

no jefe, era puro mame, no se enoje.

El más bajo salio del cuarto rápidamente cuando vio al otro levantarse completamente de la cama.

ven para acá pendejo.

—no ya, perdón, ya no lo vuelvo a hacer.

El tricolor le lanzó la chancla a su capital, pero esta se agacho evitando que le diera en la cabeza.

—mira Chilango, te voy a partir tu madre por andar de chistoso.

—no jefe, ya no lo vuelvo a hacer, pero no me vaya a o pegar.

El más bajo había quedado cara a cara con su padre, así que comenzó a retroceder lentamente por el pasillo, mirando siempre al otro por si le aventaba la chancla pudiera esquivarla.

ᴇsᴛᴜ́ᴘɪᴅᴏ ᴄʜɪʟᴀɴɢᴏ ➳ᴄᴀɴᴄᴇʟᴀᴅᴀ✍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora