Flor de Cerezo 🌸

8. Feliz Cumpleaños

Era 28 de marzo por la mañana, ese día Sakura había solicitado permiso para no ir a trabajar, pues quería pasar un día tan especial como era este "su cumpleaños" al lado del ser que más amaba, su hija. Ella esperaba que Sarada la despertara como en otras ocasiones, con besos y abrazos, algún dibujo o manualidad, como solía hacerlo, pero había olvidado que ya no era una bebé y tenía otras cosas que la ocupaban.

Esta mañana su hija la despertó, pero no para felicitarla.

-Mamá despierta!, Últimamente te quedas dormida como si te desvelaras, recuerda que te dije que hoy tengo que estar más temprano en la academia porque tendríamos ejercicio de supervivencia con Shino sensei.

-Perdón Sarada ya voy- decía una Sakura aún con unos ojos rojos e inchados.

-Mamá rápido por favor, ya es tarde. Si me dejaras ir sola a la academia, esto no pasaría- decía la pequeña molesta - Oye ¿y no piensas ir a trabajar?

-No hija, hoy es un día especial ¿recuerdas?

-No sé de qué hablas, te dejo para que te cambies de ropa. ¡Apúrate por favor!

Sakura se dio cuenta en ese momento que ante sus ojos no tenía a otra persona más que a una mini Sasuke, por más que Sakura trataba con amor a Sarada no podía hacer nada ante los genes Uchiha.

Después de dejar a su hija en la academia, pasó por el supermercado y compró algunas cosas para su hogar, si bien la casa de Sakura lucia impecable como siempre, ella decidió aún así limpiar el polvo imaginaron en los muebles, barrer y algunas otras cosas. Ella había solicitado permiso en su trabajo para pasar el día con su hija, pero al parecer no eso no sería posible, no le quedaba más que pasar el día con los productos de limpieza.

Toc toc.

Escucho Sakura cómo llamaban a la puerta, al abrir se encontró a Ino.

-Amiga qué bueno que estás aquí te fui a buscar al hospital, pero me dijeron que pediste descansar, es raro en ti, amas estar en el hospital- decía Ino mientras se autoinvitaba a entrar a casa de Sakura y tomaba asiento en el sofá.

-Si, sólo quería tomar un descanso. Bien, ¿qué te trae por aquí?

-Necesito de tu ayuda amiga para comprar un regalo y es muy importante.

Sakura rápidamente se sonrojó, pues al fin alguien había recordado que era el día de su cumpleaños.

-Ino gracias por acordarte de mí - decía Sakura muy feliz.

-Cómo no me voy a acordar de ti, si tienes una hija de la edad de mi hijo Inojin.

-¿Qué? - decía Sakura mientras desaparecía la sonrisa de su rostro.

-Ayúdame a encontrar su regalo de ascenso de grado, por favor.

-A Inojin, si claro, ¿como necesitas que te ayude?

-Acompáñame a comprar algo en el centro comercial.

Salieron de casa de Sakura, ella no estaba de ánimos para estar de compras pero tampoco es que quisiera regresar a su casa que le recordaba la soledad en la que vivía. Estuvieron viendo las vitrinas del centro comercial, veian ropa para niño, algunos juguetes, hasta que llegaron a la sección de electrónicos, ahí vieron el regalo perfecto para Inojin, la última moda entre los niños y adolescentes de konoha, se trataba de un videojuego portátil, Ino entró a la tienda a comprarlo mientras Sakura se fue por su lado a seguir viendo. Llegó hasta la vitrina de una joyería donde vio unas lindas pulseras, collares, anillos, hasta que detuvo su vista en una linda pulsera dorada ella suponia que de oro, tenia unos lindos toques color rosa en forma de flor. Miró que Ino aun no salia de la tienda y entró a la joyeria y pidió probarse la pulsera, parecía que estaba hecha a su medida.