i'm so tired [nohyuck]

ú n i c o.

una nueva canción se reproducía por la radio del auto, una que jeno rápidamente logró captar como "canción de amor", así que se apresuró a cambiar la estación, buscando alguna que fuera lo suficientemente buena como para no reproducirle esas cursis canciones que ya tan aburrido lo tenían.

su hermano lo miró de soslayo, riendo divertido por los ligeros murmuros irritados que dejaba salir jeno cada vez que debía volver a cambiar de estación pues seguían con las mismas sosas canciones.

-¿por qué te empeñas tanto en buscar una canción sin significado lindo y cursi? la gran mayoría de canciones van de eso.- se burló dongyoung, su hermano mayor, doblando en una esquina.

-porque las odio y estoy a una canción cursi más de reventar.- gruñó jeno por lo bajo, dejando la estación en la que una canción que no hablaba de amor se reproducía, no la conocía pero su tonada era buena, ni muy alegre ni muy sombría.

dongyoung sólo pudo negar divertido cuando vió de reojo como su hermano volvía a acomodarse en el asiento de copiloto con una media sonrisa en sus labios, mirando con tranquilidad por la ventana y no con un ceño fruncido como hace unos momentos, moviendo su cabeza ligeramente al ritmo de la música.

al momento de llegar a la escuela, la radio estaba apagada y jeno había vuelto a su rostro inexpresivo y fastidiado, como si todo lo molestara todo el tiempo (y era así realmente).

se despidió vagamente de su hermano y con su mochila colgando de un hombro se acercó a ver el tablero que estaba entre el círculo de adolescentes que no hacían más que salir y entrar de él. odiaba los primeros días.

lee jaeno, estaba en su último año de escuela, tenía 18 años y odiaba por completo que cada año a su escuela se le ocurriera la gran idea de volver a armar cursos porque de esa forma "los alumnos tendrían mejor comunicación unos con otros", jeno creía que todo aquello era absurdo y sólo quería que jaemin estuviera en su curso al menos ese año.

na jaemin, su mejor (y único) amigo, un chico de personalidad alegre, gran sonrisa, muy positivo, carismático, hablador, amigable con cabello rosa brillante y un completo cursi. jeno aún se preguntaba cómo es que sus personalidades tan diferentes habían logrado congeniar tan bien.

después de lograr encontrar su nombre y su nuevo curso, salió entre tropezones del círculo de estudiantes, un poco más fastidiado de lo que estaba antes, comenzando a caminar rápidamente hacia el salón asignado, su nuevo curso: 3-F.

cuando encontró el salón entró de inmediato, buscando un buen asiento para él antes de que tuviera que conformarse con alguno que lo hiciera tener mal humor todo el año. decidió que no quería estar ni al final del salón, donde apenas podría ver la pizarra, ni al inicio donde los profesores podrían tenerlo a la vista, así que se decidió por los asientos de al medio (quizás algo más arriba del medio justo, pero es que a veces le gustaba dormir en clases), justo aquellos que daban hacia la ventana, de esa forma podría mirar por ella cuando la clase se pusiera muy aburrida.

conforme con su decisión caminó hacia su nuevo asiento, asustándose a mitad de camino cuando sintió que algo se estrelló contra el suelo.

dándose vuelta se encontró con lee donghyuck, un chico de cabello castaño claro y mechones de colores, sonrisa de corazón, piel un tanto bronceada, lunares por todas partes de su cuello y cara, ojos brillantes y expresivos y definitivamente una personalidad carismática y cálida, y jeno no había reparado en todo aquello porque tuviera alguna especie de crush en el chico o algo, no no, para nada, es sólo que el chico era de esas personas difíciles de ignorar.

por eso es que cuando jeno dejó de reparar en cada uno de los rasgos del chico frente a él, su vista fue a parar a sus píes, donde una botella de vidrio yacía hecha pedazos.