Ángela
—¿No estarás hablando en serio? —pregunta una de las animadoras.
—Por supuesto que hablo en serio —responde Linda orgullosa.
—¿Estás loca?
—No. No lo estoy. Esta zorrita se merece una lección.
—Sí. Pero una cosa es asustarle y otra...
—¿Te atreves a cuestionar mis decisiones?
—No. Pero una cosa es dar una lección y otra muy distinta es ser cómplice de asesinato.
—¿Y quién se iba a enterar? Te recuerdo que nadie nos ha visto con ella.
—¿Y si su madre le resucita? —pregunta otra de las animadoras asustada. Eso provoca en Linda una carcajada.
—¿Acaso os habéis creído esa tontería? Jamás había escuchado algo tan ridículo como eso. ¿No os dais cuenta de que nos está tomando el pelo? Ésta tiene de diosa lo mismo que yo de santa.
La punta del cuchillo no se despega de mi cuello, lo que me hace pensar que tal vez no haya sido buena idea tratar de enfrentarla. Sabía que estaba loca, pero no hasta este extremo. Me parece que, si salgo de ésta, voy a tener que repasar con mis padres las lecciones de la vida que me dieron.
Nota mental: Plantar cara a un matón a veces puede salir mal.
—Lo... lo siento. Yo no puedo con esto —dice una de las animadoras retirándose. Linda le mira con desprecio.
—¿Cómo puedes ser tan cobarde? —le grita —. Estás fuera del grupo. Y olvídate de acudir a mis fiestas. —Entonces se vuelve a las demás. —¿Alguna cobarde más en el grupo?
Todas se miran asustadas. Está claro el miedo que le tienen a Linda. Ella sonríe satisfecha mientras que yo alucino con el poder que tiene sobre ellas. Debe ser por lo loca que está. Seguro que les asusta el que les haga algo a ellas. O tal vez se lo ha hecho, pero nadie lo sabe. Pensar eso hace que un escalofrío me recorra la espalda. ¿Dónde te has metido, Ángela? Y sobre todo, ¿dónde está el inútil de mi espíritu guardián? Para una vez que le necesito de verdad.
Un momento. ¿Y si estoy equivocada con eso? ¿Y si Max no es mi espíritu guardián sino un acosador? No. Tiene que serlo. Siempre acude cuando necesito ayuda. Entonces, ¿por qué no viene ahora? El miedo empieza a invadirme, pero trato de que no se me note. Estoy segura de que aparecerá. Sólo espero que no lo haga demasiado tarde.
—Ahora vamos contigo, zorrita —dice mirándome con una sádica sonrisa en su rostro. Yo trato de mantenerme tranquila. Si empiezo a temblar, lo más probable es que yo solita me clave el cuchillo en la garganta. —A ver si es verdad eso de que puedes curar.
De repente clava ligeramente el cuchillo en mi cuello y un hilillo de sangre comienza a brotar de éste. Cierro los ojos y trato de evadir mi mente. No quiero pensar en lo que me va a hacer. No quiero que me vea flaquear. Eso sólo le haría disfrutar más.
—¿Veis? —comenta volviéndose hacia las animadoras —. Sangra igual que un humano normal. ¿Qué os había dicho yo?
—Su... su herida... —balbucea con miedo una de las animadoras —. Se... se ha cerrado.
Abro los ojos sorprendida y me llevo la mano al cuello. Es cierto. Se ha cerrado al instante. Eso me hace sonreír. No sabía que mi poder actuaba también en mí. La verdad es que jamás me había herido o cortado. Siempre he sido muy prudente con esas cosas. Siempre me ha aterrado el sentir dolor.
Linda me mira intrigada mientras que veo como las animadoras empiezan a temblar.
—Esto no puede salir bien —opina una de ellas.
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DC XII:LA REINA DEL MUNDO √
FanficSin Cris, sin Drogo y sin Lorie, los bartholitos van a tener que asumir su responsabilidad como niños prohibidos. Tienen que detener a Merlín e intentar salvar a Fiona de sus garras. Eso sin contar con la amenaza de Hades. Por suerte para ellos. cue...