Christen
Doy vueltas nerviosa por el comedor. Nicolae me ha pedido que espere aquí a Lucie, que ella me indicará lo que tengo que hacer, pero eso no hace más que complicar la situación. No entiendo porqué mi madre me ha dejado semejante carga. ¿Cómo voy a ser reina si ni siquiera soy capaz de mantener ordenada mi habitación? ¿Cómo voy a ayudar a los demás si no sé ni cómo ayudarme a mí misma?
Porque esa es otra. ¡Reina de las brujas nada menos! ¡Si apenas sé nada de magia! Empiezo a sentir pánico. Esto me va demasiado grande.
—¿Por qué no te calmas un poco?
Me doy la vuelta al escuchar la voz de Lucie que acaba de entrar en el comedor y me mira con una tierna sonrisa.
—¿Cómo quieres que me calme? —protesto —. ¿Sabes la que se me viene encima?
—Lo sé de sobras —responde sin perder la calma —, pero enfadándote no vas a conseguir que el problema desparezca. ¿Por qué no te sientas y hablamos?
Me sorprende la tranquilidad que desprende. Yo, en su lugar, estaría preocupada. Van a nombrar reina de las brujas a una novata inexperta que seguramente traerá más problemas de los que será capaz de solucionar. O no es consciente de la situación, o algo trama.
—Siéntate, por favor. No tenemos todo el día —me indica sirviéndose una taza de café.
Decido hacerle caso. Tengo demasiada curiosidad por lo que me vaya a contar. Aún así, eso no significa que vaya a hacer lo que ella quiera. Siempre puedo renunciar, ¿no?
—Supongo que estarás pensando en renunciar, pero debes saber que esa no es una opción.
Perfecto. Todas mis esperanzas por los suelos en un momento.
—Pero, ¿por qué? —pregunto suplicante.
—Porque es así como está establecido. Tu abuela pudo renunciar porque tenía una hija que ocupara su lugar. A tu madre no le quedó más remedio que aceptar y contigo sucede lo mismo.
Repaso mentalmente el libro de mi madre. Sí, es cierto. Ella tampoco quería ser reina, pero fue obligada a ello por su abuela. La pobre lo pasó muy mal con la noticia y más cuando su abuela falleció. Aún así, hay muchas diferencias entre nosotras.
—Mi madre estaba más preparada que yo —contesto de inmediato —. Ella controlaba la magia. Además, era mayor y más madura. ¿Es que no te das cuenta? Todavía soy una cría y me da mucho miedo todo esto.
Ella estira su mano y acaricia mi mejilla. Yo levanto la cabeza y me encuentro con una dulce sonrisa.
—Tu madre también tenía miedo, más incluso que tú, pero afrontó su destino y déjame decirte que fue la mejor reina que jamás hemos tenido. Tú no eres tan distinta a ella y estoy segura de que sabrás cómo actuar. Además, no estás sola. Yo estaré a tu lado y tu abuela también. Entre las dos te ayudaremos en todo lo que podamos.
Sus palabras me reconfortan ligeramente, pero no consiguen animarme. Todavía tengo muchas dudas y miedos.
—No me siento capaz, Lucie —confieso —. Es mucha responsabilidad para mí y me da miedo fallar. Me da miedo ser un fraude.
—¿Qué te hace pensar que vayas a ser un fraude?
Levanto la vista y me encuentro con mi abuela en la puerta. Ella me sonríe divertida mientras que yo trago saliva nerviosa.
—No sé nada de magia —respondo abrumada.
—Te equivocas —me indica acercándose a la mesa —. Sabes todo lo que necesitas. Desde pequeña te entrenamos para ello sólo que, por circunstancias, tuvimos que ocultar vuestro poder. En cuanto lo hagamos salir a la luz, sabrás que hacer.
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DC XII:LA REINA DEL MUNDO √
FanfictionSin Cris, sin Drogo y sin Lorie, los bartholitos van a tener que asumir su responsabilidad como niños prohibidos. Tienen que detener a Merlín e intentar salvar a Fiona de sus garras. Eso sin contar con la amenaza de Hades. Por suerte para ellos. cue...