Agnes Ivanova.
Tras una semana de mi llegada a este lugar, hoy nos encontrábamos en el patio delantero frente a los dos edificios del recinto; uno de los supervisores y el director, y la otra de los asistentes y sujetos inferiores.
Estaba ubicada del lado derecho de Arthur y todos los supervisores con sus asistentes detrás de nosotros, esperando la llegada de los miembros.
Cuando Arthur me pidió que lo acompañara, no dude en aceptar. Atrás a diferencia de mis compañeros no contaba con una asistente y no quería pasar vergüenza al ser la única.
Todos tenían una postura firme y con los brazos hacia atrás portando el uniforme de la agencia. Podía sentir las miradas impacientes fijas hacia el gran mural color gris a unos cuatrocientos metros de nosotros.
Todo se esfumó, cuando solo dos minutos fueron necesarios para que el portón se abriera y dos camionetas color negra ingresaron, en medio de ambas, un bus del mismo color y totalmente polarizado, cegando a la gran cantidad de personas que venían en su interior.
Una corriente eléctrica recorrió mi espina dorsal mientras apreciaba el recorrido de los vehículos sobre el asfalto en medio del campo verde.
Tomé una bocanada de aire ante la dificultad de respirar, me sentía sofocada y no sabía por qué estaba tan nerviosa.
Una vez los vehículos se detuvieron justo frente a nosotros, tres hombres y dos mujeres bajaron de la primera ubicándose frente de Arthur y poniéndose firmes.
— Director — Dijo uno de ellos con total seriedad. Inmediatamente llamó mi atención su estilo representado por la piel bronceada y el cabello rubio. Sus ojos eran de un azul casi único. Dios mío, su belleza llamaba muchísimo la atención, su postura fuerte y grande. Mínimo medía dos metros sin exagerar.
Era bastante apuesto.
Detallé mejor a los demás. Tenían el rostro impasible, con cuerpos muy tonificados a causa de los entrenamientos constantes. Los hombres a diferencia de las mujeres, portaban muchos músculos. A simple vista desprendían seguridad y profesionalidad intimidando todo mi ser.
Claro que ninguno de ellos desvió su mirada hacia mí, pero con tan solo tenerlos enfrente ya sentía un poco, solo un poco de miedo.
— Bienvenidos de vuelta a la Primera Fracción — habló Arthur luego de un asentimiento de cabeza.
Los demás supervisores que no pronunciaron palabra alguna, se ubicaron detrás de nosotros sin perder tiempo desarrollando un pequeño trote en el proceso.
Inevitablemente los seguí con la mirada. Aquello era increíble, iba a ser partícipe de algo muy grande.
Cuando mi vista regresó al frente, el hombre que había saludado a Arthur, estaba mirándome gracias a la acción que había hecho con la cabeza.
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N U E S T R A (Míos #1) En Edición.
Ficción GeneralBienvenidos al Mundo del ISO (International Security Organization) Una joven mujer se adentra al Mundo del ISO pasando por diferentes situaciones tras conocer a dos hombres. Hombres cuya inteligencia y preparación sobrepasaba a cualquier ser humano...