• Capítulo 100 • ~Especial~

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Capítulo especial: El nacimiento de Amaterasu.

Parte dos.

...

Haru se dirigía a las afueras de aldea hacia el gran bosque que lo rodeaba, su corazón se estrujaba con cada paso que la alejaba de su felicidad. Imaginaba cada momento que bello que hubiera pasado si esa cosa negra no existiera.

Soportando los dolores infernales del parto pero la gran felicidad al ser la primera en cargar a su hijo recién nacido, ver a Madara feliz mientras era la segunda persona en cargarlo, verlo como abrazaba con ternura a su bebé. Amamantarlo, despertarse por la madrugada para calmarlo y dormirlo cada vez que lloré.

Cuando creciera ver a sus dos Uchiha's favoritos entrenando con taijutsu, ninjutsu y genjutsu. Ver a su hijo con la suficiente edad para ser el próximo líder del clan y verlo casarse con alguien que ame.

Algo que nunca verá ni en sus más profundos sueños y algo que Madara nunca llegará a experimentar es la sensación de ser un padre.

Algo que nunca verá ni en sus más profundos sueños y algo que Madara nunca llegará a experimentar es la sensación de ser un padre

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Ya estando en lo más profundo de la floresta sacó el pergamino del tiempo y lo desenrollo. Solo quedaban cinco de los diez sellos, los que eran utilizados se borraban automáticamente dejando en su lugar una gran mancha marrón.

Con sus manos empezó a posicionar los sellos y tocó el piso. Sentía como la parte que pisaba se movía con brusquedad a tal punto que se formará un gran hueco oscuro por en el que empezó a caer alejándose más de la luz.

Rápidamente guardó el pergamino dentro de la obi de su yukata roja, tocó con suavidad su vientre sintiendo las ligeras patadas que daba su hijo, seguramente no se sentía cómodo con la adrenalina que estaba sintiendo ahí adentro —Pronto llegaremos a tu hogar, no seas impaciente—.

Usó su voz dulce para que los movimientos de su bebé se calmaran y mientras esperaba la llegada a su destino pero un pequeño dolor en su estómago hizo que las cosas se complicaran —¡¿Una contracción?!— no estaba segura si fue un simple dolor o contracción pero era una mala señal y eso la asustaba.

—No. Aún es muy pronto para que nazcas—. estaba preocupada, no era el lugar ni el momento adecuado para que la criatura naciera. Haru no tenía en sus planes este momento, los doctores le habían dicho que nacería el veinte de febrero pero tal parece que no iba a ser así, su hijo iba a nacer un día antes.

El diecinueve de Febrero.

—¡Quédate ahí! ¡Esté no es el lugar adecuado para que... ¡duele!— otro dolor hizo que se retorciera, los dolores eran más fuertes con cada segundo que pasaba. El sudor no tardó en hacer presencia sobre su frente, ahora estaba preocupada y nerviosa al ser madre primeriza no sabía que hacer en momentos como estos.

—Mi chakra... esta bajando—. ahora sentía que su chakra bajaba lentamente, era la señal principal de que pronto nacería —¡Todavía no!— exclamó con la intranquilidad en alto, parecían horas pero en realidad eran segundos, apenas llevaba cuarentena segundos de viaje.

El silencio de un secreto | Uchiha MadaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora