Mi nombre es Ben.. Ben Foster, tengo 24 años y una gran empresa de Importación y Exportación, tengo una hermosa oficina la cual es una gran fachada, mi verdadero negocio, siempre será un secreto, mi negocio legal crece, pero nunca podría llevar la vida que tengo, con unas ganancias como esas, tengo una gran casa, mejor dicho dos, el mejor auto, por supuesto todo lo que merezco, solo me faltaba una mujer a la que pudiera lucir y mostrar en público.
Fue un día que mi secretaria Diane se sintió mal, no sé ni me importa lo que le pasó, pero ese día conocí a la mujer perfecta, su hija Alexandra, para consolidar mi imagen de empresario, desde ese día Alexandra sería mi fachada.
Ella tenía a penas 16 años y me costó mucho salir con ella, pero porque su mamá ponía muchas trabas, ya que mi oficina parecía una pasarela de mujeres, al menos 2 diferentes por día, bueno soy hombre y debo cubrir mis necesidades, no? cuando porfin fue mía en todo sentido, de inmediato le mostré que me debía obediencia y que cuando yo digo que se desnude, que se ponga en cuatro patas o que se vista y se vaya a su casa debe hacerlo sin decir palabra.
De todas forma tengo una carta bajo la manga desde hace un año, cuando por un préstamo que le ofrecí a Diane le pague la carrera completa, en algún momento eso me servirá para seguir tan bien como hasta ahora.
Tuve, mejor dicho tenemos algunos problemas por su desobediencia y es por ese motivo que me veo obligado a castigarla, hay ocaciones que me dice que no, cuando quiero follarla más de una vez en la noche, pero un par de cachetadas o subirme a ella a la fuerza logra calmarla y accede de buena gana.
No puedo negar que es bonita, pero deben saber que yo estoy enamorado de mi esposa, porque tengo esposa, hace unos 4 años, pero no puedo salir con ella, es muy poca cosa, no me hace lucir elegante ni mucho menos la clase que se necesita para ser un hombre de negocios, pero la amo con todo mi corazón.
Alex es una estúpida enamorada y puedo manejarla a mí antojo, y justo es eso lo que siempre he necesitado.
Recuerdo una vez que pensó que estaba embarazada, por supuesto que no podía ser, porque soy esteril, eso quiere decir que me estaba engañando, ese día estabamos en mi cuarto, le dije que era una estúpida por no cuidarse, obviamente jamás le diría que no puedo engendrar dejaría de ser un hombre para ella si lo supiera, le dí una cachetada tan fuerte que me ardía la palma de la mano, luego la tomé del pelo y la tire escaleras abajo, terminó con un hombro dislocado, pero al final entró en razón, como debe ser y me pidió perdón por hacerme enojar.
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Obviamente mi suegrita se creyó el cuento de la caída en la ducha.
Sé que Alexandra esta tan enamorada que jamás me dejará, pero a veces es bueno recordárselo, y que sepa que la puedo castigar cuando se me antoje.
Anoche tuve una extraña sensación, ella quiso salir sola a una fiesta, ni siquiera me pidió permiso, solo me informó que saldría y eso no me gustó nada, pero espere a que me llegara su mensaje avisando que estaba en casa, pero nada llegó, eso hizo la rabia brotara como lava de volcán en erupción, no pude esperar y en la mañana la fui a buscar, no espere sus explicaciones y la saque de su casa para poder enfrentarla sin que su mamá escuchara.
Solo le hice una pregunta, y no fue capaz de responder y por supuesto la abofetee, ella por supuesto que sabía que eso pasaría y esta tranquila porque sabe que debe ser así.
Deje pasar un tiempo prudente, además ella estaba en clases, la llamé y después de hablar con ella, le exigí que fuera a mi casa y ella sabe lo que se viene, estoy segura que irá gustosa a mi casa y disfrutará del sexo duro, sin amor, sin caricias, solo entrar y salir de ella como un animal hasta quedar satisfecho.
Sólo de pensar en ella sometida a mi placer y a mis exigencias me excita tanto que en este momento voy camino a mi casa, la de verdad, para hacer el amor con mi mujer.
