Sentados en el sofá de la sala de estar, el matrimonio Roget-Kastela se relaja como siempre después de otro día trabajo. Después de comer, la pareja prende el televisor para oír las noticias que se le escapan al periódico que comparten.
"-Cariño -el Sr. Roget-Kastela se dirige a su mujer-. ¿Sabes dónde ha comido? Parece que sigue molesto -pregunta dejando de leer para echar un vistazo a su mujer que luce pensativa."
"-Me encantaría decirte que no -dice ella dejando por completo el periódico en las manos de su marido-. Pero los hechos hablan por sí solos -afirma-. Des de que hablamos con él, nos ha estado evitando."
"-Espero que no haya interpretado nuestra recomendación como una imposición. Lo único que quiero es que comprenda que su proyecto podría ponerle a mucha gente en contra -el Sr. Roget-Kastela abre la ventana de la sala en busca de aire fresco. Suspira."
"-Comprendo y padezco tu agobio, cariño -dice la Sra. Roget-Kastela-. Pero también puedo sentir el pesar de nuestro hijo. Está rozando uno de sus sueños con la punta de los dedos y nosotros en vez de alentarlo, le hacemos dudar. Ya deberíamos tener más que sabido que nuestro hijo ha nacido para crear."
"-Lo sé -suspira sobrepasado por sus contradictorias ideas-... Tan sólo deberíamos celebrar sus logros -dice con poca convicción-. Pero -lamenta negando con la cabeza-... Me preocupa tanto que el mundo sólo se fije en lo malo de su aportaciones."
"-Y así será -afirma la Sra. Roget-Kastela aún sin quererlo-. Por muy perfecta que sea una creación, siempre se buscará y castigará cualquier error."
"-Buenas tardes -se escucha de fondo hablar al presentador del informativo-. Y me temo que suene a regodeo con este día tan negro que se ha cernido sobre la población activa a nivel mundial -el matrimonio se mira al unísono un instante antes de devolver la vista a la pantalla-. Y digo esto, ya que esta mañana la empresa Docmac a justificado más de un millón de despidos a causa de una actualización del sistema que no sólo asegura la misma productividad, también promete hacerla más efectiva y económica. Esta gran ola de despidos se debe a un invento que promete revolucionar el funcionamiento de muchos empleos de nuestra sociedad. Aguarden tan sólo unos minutos de publicidad, señores. Pues a la vuelta, hablaremos en profundidad de este nuevo artificio conocido como "el espejo". Apodado así por su inventor, Nilo Roget-Kastela -el matrimonio se mira de nuevo al oír el nombre de su hijo."
"-Lo ha hecho! -Marie necesita el paso de dos anuncios para afirmar lo obvio-. ¿Cariño? -se dirige a su marido que no reacciona aún con la vista en el televisor-. ¿Qué piensas? -insiste al ver que no responde."
El Sr. Roget-Kastela baja la mirada al suelo a la vez que frota su cano pelo temeroso por el incierto y azaroso futuro.
"-Por los cielos -susurra-. ¿Que será de nosotros? -pregunta elevando más la voz más."
"-Cariño, ¡Cálmate! -exige agobiada-. No dramatices. Aún deben de pasar unos cuantos años para que decaiga todo lo que harán los nuevos inventos. Y aunque tengas que cerrar tu empresa, mi trabajo es capaz de mantenernos a todos si nos apretamos un poco el cinturón."
"-Eres encantadora por pensar siempre en nosotros, mi amor. Pero no me refería a eso. Ahora no me preocupa de que nos alimentaremos. Me preocupa más si podremos sobrevivir en general -su mujer le hace entender con una mirada que está exagerando-. No me mires así. ¡De verdad! Es algo que me preocupa... Me preocupa el odió que nos profesará la mitad del mundo. ¡No sólo soy yo, Marie! -exclama atemorizado por la convicción de hallarse frente a otra bomba nuclear-. Hay muchos más programadores. Y son pocos comparado con el conjunto de empleos que se desenvuelven con ordenador. ¡¿Sabes cuantas personas serán ahora prescindibles ante la simplificación del sistema!? -el Sr. Roget-Kastela no puede evitar que su mente le alterare."
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Fin indómito
Ciencia FicciónEl cambio es una de las constantes en esta vida, por lo menos la historia aún no ha demostrado lo contrario. Aún así, después de vivir con dicha constante des de que conformamos la primera célula, el ser humano sigue precisando su período de adapta...