Âme Noire - Crónicas de Almas Errantes (Emisión)

Extra Rímini Van der Waals 3

(PdV Rímini)

Al cruzar la brecha pude ver lo que Alista había hecho, una masacre de criaturas que no podría ser descrito con otra palabra que no sea imposible.

Ella soltó su magia descontrolada y sin miramientos, al no tener que ser cuidadosa, podía usar su poder con total libertad y este era el resultado.

"De hacer esto desde el comienzo, no hubiésemos tenido tales problemas".

Un mago mencionó eso, es cierto que podría haber hecho algo así antes, pero creo que ella temía los riesgos de tal ataque.

Al ver el resultado, puedo comprender por que suprime su poder, calcinar criaturas con resistencia a la energía mágica, puedo asegurar que el control de tal monstruosidad, no es algo que pueda considerarse en una batalla de dos vías. Pero en algo tan unilateral, ella puede mostrar su verdadero poder.

"Rímini, llévame".

"Si, si, si".

"Debes decirlo una sola vez".

"Si, si, si".

Ella infló sus mejillas y luego se abrazo a mi cuello.

Avanzamos dentro de ese lugar, observando infinidades de túneles, algo tan absurdo, me sorprende que la fortaleza no colapsase al ser enterrada por tal infraestructura subterránea.

Dejando ese pensamiento de lado, nuestra situación no era para nada buena, no solo no sabíamos por donde ir, sino que también estábamos rodeados de pasajes a distintos lugares y con posible ataque por todos los flancos.

"¿Por dónde líder?".

Uno de los usuarios de un gran escudo Aldein hizo esa pregunta.

"Debemos bajar".

Aun en esta situación, considerar que en lo más profundo este la criatura que gobierna a todos estos monstruos, no debería ser extraño, ya que debería ser el lugar más seguro de posibles invasiones.

Pese a mis dudas, ellos también lo pensaron y decidieron descender.

Tras unos minutos caminando, no logramos encontrar ninguna otra criatura.

"Parece que tomamos el camino equivocado".

"No, Rímini tiene razón, este es el camino correcto, puedo sentir un pequeño flujo de energía mágica".

Las palabras de Alista, acabaron con las dudas de Garlad.

Sin embargo mis instintos comenzaron a gritar alerta, todos se pusieron en guardia.

De todos los túneles comenzaron a salir criaturas, algo que debíamos evitar era una batalla frontal, con sus números iban a pasar sobre nosotros, pero pese a ser tantas criaturas, ellas no atacaron, se quedaron a la espera de algo, rodeando a nuestro grupo pero sin avanzar.

"No me agrada para nada que no nos estén atacando".

Murmuré eso y varios asintieron.

"Deben estar disfrutando el momento".

"Creo que están esperando al verdugo".

Garlad hizo esa mención en tono jocoso, algo que tomé muy en serio.

Una criatura muy diferente a las otras pasó ante nosotros, su atmósfera era pesada, la presión que me hacía sentir, helaba mi sangre.

Esa cosa caminaba en dos pies, sus manos delanteras eran dos hoces y tenia una más a ambos lados, las cuales tenían pinzas en ellas, su cabeza poseía dos grandes ojos y unas largas antenas, sin contar que en su mandíbula tenía dos largas pinzas.