Extra La locura de Reinen Van Nymph 1

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 Celos, no podía negar ese estúpido pensamiento.

Había oído tiempo atrás que mi hijo, era amado por la diosa.

Estuve ignorando esa idea, sabía que al tener los rasgos de Eliza iba a ser un gran mago, pero no esperaba esa alineación a la diosa.

Odio admitir eso, cuando antes fui alguien que era seguidor de Stahel, sin embargo ahora seguir a Reisha cambió todo.

Saber que mi hijo es alguien bendecido por la diosa me desespera.

Hace no mucho, nos enteramos que no tenía talento para la magia, 'amado por la diosa para esto'.

Ese pensamiento rondaba mi cabeza.

Empece a ignorarlo sin razón, no sabía que decirle y aquellos celos que sentí no hace mucho tiempo, me causaban fricción entre acciones.

Que falso debe sentirse, hijo de dos grandes magos y nacer sin talento.

Mis celos y mi desinterés, fueron magullando mi voluntad.

Me aislé a mi mismo en una investigación, sabía que el poder de la diosa es algo grande, algo que puede cambiar su destino.

Me decía para mis adentros que la investigación era para ayudarle, quería ayudar a mi hijo, quería que el lograse ser un poderoso mago.

Eso era mentira, estaba aun perdido en mis celos, deseaba tener esa absurda bendición sin sentido, '¿Por qué mi hijo y no yo?'.

Entonces en en ese tiempo aislado encontré algo.

En la biblioteca se encontraba un libro, una vieja muy vieja historia, mencionaba a un monstruo amado por la diosa, aquel que fue conocido como el héroe Slim Rysere.

Incluso ante la adversidad, la diosa siempre ayudaba a este héroe, se presentaba ante él, le entregaba consejos y poder si los necesitaba, sin embargo al final ese héroe se auto destruyó.

Con gran cantidad de logros, incluso fundando un reino demihumano.

Unificó distintas razas y tribus, sin requerir la violencia, todo gracias a la diosa.

Entonces una idea desesperada llegó a mi cabeza, debía llevar al límite a Kyle, de hacerlo entonces él podría obtener apoyo directo de la diosa, de darse el caso, tal vez yo podría...

... No no, se supone que hago esto por él, debo enseñarle la crueldad del mundo, el debe saber que este mundo es muy peligroso y cruel.

Si, esa es la razón, le entrenare con magia poderosa, es la solución, si el recibe un ataque, tal vez pueda aprender sobre el flujo de energía mágica, esa era una forma de enseñar lo básico de la magia en la antigüedad.

Su falta de afinidad debe ser por que aun no la logró sentir.

Fui corriendo a buscarle, debía ayudar a liberar su poder secreto, si eso debe ser, si recibe un poco de magia la bendición de la diosa debería actuar.

Sin embargo eso era mentira, mis celos se habían vuelto envidia, no lo estaba reconociendo como a un hijo, sino como a un enemigo, sin saberlo la calamidad estaba aferrándose a mi alma.

Cuando llegamos a un lugar apartado, comencé a canalizar energía mágica, solo un golpe, un pequeño ataque que debería desestabilizar su centro.

Otra mentira.

La magia que utilicé era una concentrada, el daño que esa magia podría hacerle a su pequeño cuerpo sería grave.

Algo de lucidez llegó a mi mente, por un momento, todo eso desapareció de mi cabeza, pero ya era tarde.

La magia avanzo su rumbo, directo a Kyle quien no pudo responder ante eso.

Por suerte Eliza desató su magia refrenando mi ataque, sin lograr detenerlo.

El rostro de Kyle fue dañado, su ojo izquierdo sufrió gravemente, llegando a peligrar su vida.

Un dolor extraño afectaba mi cuerpo, locura estaba carcomiendo mi cabeza, una voz sonaba y sonaba sin decir nada claro.

¿El dolor de Kyle me había sido entregado?

Perdí la consciencia, solo para descubrir que Eliza fue junto a Wilheim en dirección a la fortaleza, deseaban salvarle la vida y ese era el mejor lugar para ello.

Algo más estaba ocurriendo allí.

Sherya se encontraba frente a la cama en la cual me encontraba, sin embargo no parecía ella misma.

"Heriste a quien es amado por la diosa, un acto tan vil debe ser castigado".

"Ya veo, tienes razón, ¿Cuál castigo será el que reciba?".

No iba a discutir sobre eso, castigo que me imponga, castigo que debo aceptar.

"Una misión de exterminio, una criatura en el bosque Becker, debes eliminarla y regresar".

En este momento que mi hijo esta en viaje a la frontera, con su vida en juego, decide enviarme a acabar con una bestia.

"¿Por qué ese castigo?".

"Comprenderás todo al llegar al bosque".

El oráculo se terminó allí mismo y con este, Sherya colapso en el sitio.

La recosté sobre la cama y me preparé para adentrarme en el bosque.

"Seguiré las palabras de la diosa".

Sin saber que encontraría en ese lugar y sin comprender la verdadera dificultad de la misión.

Âme Noire - Crónicas de Almas Errantes (Emisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora