Querer por haber querido no es querer, es un capricho más del ser humano.
Yo puedo presumir de que te quiero, cada día más y no es un capricho, es una obviedad.
Recreo mí mente con imágenes tuyas que tengo grabadas a fuego.
No eres una más, simplemente eres la única, la definitiva.
Esa mujer que me a llegado al corazón y me llenado de esperanza, esa que hace tiempo desapareció de mi vida.
Quererte no supone ningún esfuerzo para mí, tú haces que sea fácil y un honor saber que soy importante para ti.
Me desprendes de preocupaciones y problemas con tú voz tenue, y no puedo negarte algo que supone un esfuerzo para tí, mantenerme feliz.
No eres un capricho, ni un pasatiempo sin sentido, te has plantado en mi vida con la intención de quedarte, así lo quiero yo también.
Querer hoy en día es un lujo que muchos no se pueden permitir, soy afortunado y dichoso en ese aspecto.
Apareciste de repente, sin hacer ruido pero haciéndome saber tan sólo con una mirada que era para tí.
Me lo pones muy fácil, es tan sencillo quererte como apreciar un día soleado lleno de esplendor.
Como no te voy a querer, si me falta el aire cuando no estás, sin tí me siento incompleto, carente de sentido.
Y no te creas que te quiero todo lo que te mereces, todavía me queda mucho por demostrarte que te puedo querer más.
Así, ahora que sabes que no eres un capricho ni un juguete para mí, deja que te quiera como te mereces.
