Me tomó cerca de una hora hervir el agua suficiente para hacer un baño caliente para él. Me limpié el sudor de la frente y me giré para encararlo en el pequeño baño.
─De acuerdo, chico grande. Quítate esa ropa. Creo que tendremos que quemarla.
Sólo estaba bromeando. Estaba vistiendo ropa diferente de la de ayer. No sé de que servía, viendo que su cuerpo aún necesitaba de una buena limpieza.
Me miró fijamente.
─No seas tímido. Voy a tener que bañarte, así que voy a verte desnudo de todas maneras. De todos modos, nos acostamos durante tres años por amor de Dios. He visto cada trocito de ti, y desde cada ángulo distinto. He visto pedacitos de ti que ni siquiera tu madre vio.
Al menos, esperaba que no lo hubiese hecho.
─¿Estás asustado de que te vaya a encontrar irresistible? Lo siento, parece como si hubieses visto días mejores.
Mi falsa beligerancia le ayudó a salir de su mieditis. Empezó a desvestirse. Miré a otro lado al principio para darle la privacidad que parecía necesitar, pero como empezó a tardar mucho, abandoné y dije:
─Trae, si no el agua se enfriará.
Que divertido lo familiar que parecía esa acción, de pie delante de Jungkook ayudándole a quitarse la ropa. Permitió ser tirado y empujado como un maniquí a punto de ir al escaparate. Escondí bien mi disgusto ante el aroma pasado y rancio que parecía desprender su cuerpo. No el olor zombie de carne deteriorada, sólo el de alguien que no se hubiese bañado en algún tiempo. Me pregunto cuánta gente incluso procreó antes de las duchas, o durante tiempos de guerra, y me figuré que probablemente se acostumbraron a ello.
Y después de todo, ¿no estábamos ahora en algún tipo de guerra?
Los niveles de ternura se incrementaron cuando más piel estaba al desnudo. Cuando lo tuve frente a mí en calzoncillos, dudé. Jungkook me miraba, hacia abajo; su expresión era más difícil de leer que sus gruñidos. Me encogí de hombros internamente y los bajé suavemente. Ahora que estaba completamente desnudo, podía sentir responder a mi cuerpo. No de un modo sexual; odio sonar tan remilgado, pero la suciedad y la mugre sofocaban cualquier excitación. Pero era como si mi cuerpo se hubiese convertido en una pura memoria sensorial, despertando los recuerdos del propio cuerpo de Jungkook y lo que solía inspirar dentro de mí.
Le di esquinazo.
─A la bañera.
Obedeció, y se dejó caer bajo el agua. Vertí en ella una cantidad generosa de espuma de baño de apariencia horrible. Era el tipo de cosa dada en una cesta de Navidad por alguien que no conocía muy bien tus gustos. Como estaba sin abrir, podía decir que tampoco era exactamente del gusto de Jungkook. ¿Fue una tía excéntrica? ¿Quizás la madre de Eric? ¿Un regalo de oficina por el amigo invisible?
Encontré una toallita bajo el lavabo.
─Inclínate hacia delante ─le dije, empapando la tela con jabón.
Empecé con la espalda. La suciedad salió con sólo un ligero empleo de fuerza. Su piel estaba sonrojada por el calor del agua y la presión de la tela. Mientras me acercaba a su cuello, dejé al descubierto la fila de pecas que se extendían a través de sus hombros. Solía volverme loco por besarlas una por una. Él pensaba que llevaba demasiado tiempo, pero me gustaba marcarlas con los labios, la voz en mi cabeza repitiendo para sí misma «mío, mío, mío».
Jungkook gruñó, preguntando por qué había parado.
─Lo siento ─murmuré, y empecé a lavarlo de nuevo. Levanté su brazo izquierdo y lo lavé. Mientras lavaba sus dedos, los entrelazó brevemente con los míos. Moví el pulgar sobre el dorso de su mano, y a continuación lo solté de modo que pudiese empezar con el brazo derecho. Me sentía cálido, y no era por el vapor que se amontonaba en el baño. Cuanto más le limpiaba, más parecía que el Jungkook que había conocido estaba volviendo a mí. Es la subestimación del año decir que eso me estaba confundiendo.
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Me enamoré de un zombie
Paranormal↠ Adaptacion del libro de Sean Kennedy con el mismo nombre. ↠Yoonkook ↠ +18