Innecesariamente oportunos

Mi nuevo yo.

Después de escuchar ese fuerte sonido que se quedaría grabado en mi cabeza durante años... Algo... Alguien me hizo "volver" a mí. Quizá estaba muerto pero de alguna forma seguía siendo consciente de todo lo que seguía a mi alrededor... Quizá esta era la luz de mi túnel, pero aquel túnel era iluminado por la voz de Ryan... Todo... Todo lo que me dijo lo escuché claramente, incluso podía sentir sus llantos y lamentos... ¿acaso fue por mi culpa? ¿Acaso Ryan lloraba por mí...?
Lo pensé por un momento más y llegué a una conclusión... Era un completo egoísta y uno muy grande... Entonces, me pregunté... ¿Éste egoísta merecía volver a la vida? ¿Qué tenía por resolver? Cuando creí que mis preguntas no tenían una respuesta, apareció de nuevo la voz de Ryan...

"Lucha".

¿Luchar? ¿Pero por qué? ¿Por quién? ¿Por mí? Y si fuera así, yo ya estaba devastado... Así que no, supongo que aún no tenía las razones... ¿O quizá sí las tengo?

Claro, las tenía... Todo este tiempo siempre he luchado. He luchado por absolutamente todo... Y aquí sigo, aquí seguiré... Aunque algo tenía también en mente... Puede que ya no sea yo.

"Lo siento Ryan" me dije.

"Tienes razón, yo seguiré luchando... Al final, eso siempre he hecho".

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- ¡Aaaahhh! - mis ojos se abrieron como plato, al mismo tiempo que un pequeño grito salió de mi boca - ¿Q-qué...? - mire a todos lados, estaba completamente perdido y sin razón alguna - ¿D-dónde...?

- ¡Smith! - alguien había llamado a mi nombre, aunque no supe quién, seguía algo mareado y cansado - ¡Calmate perro salvaje!

- ¿E-eh...? ¿R-Ryan...? - logré escuchar un pequeño suspiro para después, comenzar a ver la silueta de aquel lagarto

- Sí, soy yo... Idiota... - con su ayuda, logré relajarme al igual que volver a la cama en donde estaba acostado

- ¿Dónde estoy? ¿Qué fue todo lo que pasó...?

- Deberías de descansar... Para tu estado los doctores aconsejan que descanses mucho más... Hazlo por favor. - sentí como puso una mano sobre mi nuca, dándome pequeñas caricias... ¿Acaso me equivoque de Ryan? - Duerme por favor...

No quise seguir más, se escuchaba bastante decaído al igual que cansado... Así que hice lo que me ordeno. Mis ojos se volvieron a cerrar y podría jurar que en cuestiones de segundos volví al mundo de los sueños.

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Mis ojos volvieron a abrirse nuevamente aunque por suerte no fue ahora con un grito mío, sino todo lo contrario.
Cuando mis ojos se abrieron por completo pude apreciar un gran techo blanco, con una bombilla en el centro haciendo luz. Quise levantarme de donde sea que estaba, pero un fuerte e inmenso dolor se hizo presente en todo mi cuerpo.

- ¡Chico! ¡Calma! - una voz grave hablo, haciendo que mi atención se viera fijado en otro lado - No deberías de moverte demasiado, podrías hacer que tus heridas empeoren...

Y así fue como unas suaves y delicadas manos tocaron mi cuerpo para hacer que volviera a su estado original.

- ¿Quién eres...? - pregunté pues aún no podía verlo ni a la cara

- Disculpa mis modales chico. - posterior a eso, una dulce sonrisa invadió el cuarto - Puedes llamarme Derek, tu doctor y cuidador personal.

- ¿Derek? - y cuando por fin pude girar un poco la cabeza, pude verlo parado al lado mío, viéndome a los ojos directamente. Juraría que nunca antes había visto una mirada como la suya... - Yo soy... - antes de seguir, me interrumpió con un dedo suyo en mis labios

- Tranquilo, no necesitas decirme. Sé quién eres... Alexander Smith. - por cada palabra que decía hacía que mi mente diera más vueltas y me preguntara más cosas - Veo en tu rostro un sin fin de preguntas, pero no te preocupes, yo me haré cargo de resolver cada una de ellas. - y de nuevo, una sonrisa en él apareció

Mierda, ¿por qué de nuevo debo de caer dormido...? Pero no podía, me sentía muy cansado, mis ojos simplemente se cerraron y no pudieron con más.

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- Oh, está vez despertaste más pronto. Tus avances van de maravilla. - estaba despertando nuevamente y ante ello, la voz de alguien me habló... ¿Era ese tal Derek? - ¿Ha dormido bien señor Smith? ¿Tiene alguna molestia? - negué con la cabeza - Perfecto.

- ¿Derek? ¿Ese es tu nombre? - dije y de nuevo quise levantarme pero no pude llegar a más, Derek me detuvo enseguida

- Sí, ese es mi nombre... Tú deberías de ser el señor testarudo para hacer de nuevo esto. - me quedé en silencio, mientras miraba hacia abajo - ¿Te pasa algo?

- Tengo muchas preguntas... - también debo decir que por fin mis ojos estaban viendo con más claridad y ya no me dolía lo suficiente el cuerpo para hacer ciertos movimientos

Y así fue como aproveché y miré a Derek, quería observarlo bien y ver quién era... Y mis ojos se abrieron bastante al verlo...

Era realmente lindo que incluso me quede sin palabras en ese mismo momento.

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¿Me enamoré?