Oneshots dedicados al ❝ jongsang ❞ en orden alfabético.
Oneshots originales, no se permiten adaptaciones sin permiso.
2019'1202 ⁞ #1 yeojong.
2020'0419 ⁞ #1 jongsang.
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Caminaba despacio, sin ninguna prisa, apretando con las manos temblorosas el papel reciclado que envolvía aquella rosa.
Sus oscuros ojos observaban el suelo pavimentado con tristeza. La brisa helada chocaba en su cara, y las hojas volaban violentamente por culpa del fuerte viento. El sonido de las personas llorar se iba desvaneciendo poco a poco, hasta que solo un profundo silencio abundó.
Jongho suspiró de manera cortada, queriendo irse de aquel cementerio de una vez. Quería llegar a casa, y observar aquella cabellera rubia yendo de aquí para allá, quería rodear aquella pequeña cintura, quería repartir besos en ese palido cuello, quería besar esos suaves labios, y sobre todo, quería ver a su novio.
Ah, pero no podía.
Llegó a su destino. Un nudo se formó en su garganta. Las horribles ganas de llorar lo inundaron al ver aquel nombre grabado en esa triste, desolada y grisácea lápida.
Kang Yeosang.
Su garganta ardió de manera dolorosa. En su cabeza sintió una punzada e intentó retener aquellas gotas que brotaban de sus ojos, pero no pudo. Fue tan difícil soportar el llanto en el funeral, que el pobre castaño explotó frente la tumba de su pareja.
Y no le importó el hecho de que alguien lo observara, él solo quería a su universo devuelta. Quería tenerlo entre sus brazos, rozar sus pieles, mezclar sus respiraciones. Lo necesitaba con todo su ser, y aún no sabía cómo vivir sin su presencia.
Cuando lo conoció y se informó de las condiciones del contrario, supo que aquel día llegaría; pero al encariñarse de su tierna risa y esa marca cerca del ojo, el castaño no supo prepararse.
Nunca estuvo listo para la muerte de Yeosang.
─Sé que ahora eres una estrella en el cielo, pero para mí eres más que eso. Eres mi galaxia.. ─Susurró de manera lastimera, arrodillándose. El castaño hizo una reverencia antigua, quedando así sus manos y cabeza sobre la piedra de aquella lápida. El tallo de la rosa se arrugó entre sus manos, y su sensible corazón se marchitaba lentamente. No debió encariñarse, mierda, en serio no debió de hacerlo, pero ahí estaba, recordando cada valioso momento con el rubio mientras lloraba desconsoladamente.
Luego de varias horas, el castaño se puso en pie, dando una última mirada de aquel lugar, y se fue, dejando aquella rosa sobre el lugar donde su novio descansaba en paz.
🌌🌌🌌
Un joven Jongho de catorce años se encontraba solo, sentado en las bancas del patio de recreo. Su expresión tímida y tranquila, su mirada en aquella manzana que descansaba entre sus manos. Estaba tan sumergido en su propia burbuja que no notó aquellos grandes y curiosos ojos, observándole desde lejos, esperando el momento correcto correcto para acercarse.
