DC XII:LA REINA DEL MUNDO √

15 - DESOLACIÓN

Draco

Observo completamente impactado cómo Tom deposita el cuerpo de mi padre sobre el sofá. Está totalmente estático, sin ningún signo de vida en él. Lo que más me sorprende es la marca de su cuello. Es una mordida suave y delicada. Está claro que quien lo ha hecho le guardaba respeto, pero... ¿Por qué?

—¿Dónde le has encontrado? —pregunta el abuelo Viktor tratando de contener las lágrimas.

—Junto a la cabaña —responde claramente entristecido —. Supongo que le dejaron allí a posta, para que le pudiéramos encontrar.

—No... ¡MI PEQUEÑÍN!

Mi abuela Rose no puede más y se lanza sobre el cuerpo de mi padre llorando desconsolada. 

Al ver semejante escena, ninguno de los presentes podemos contener las ganas de llorar. Yo el que menos. Ya fue bastante duro para mí la muerte de mi madre como para que ahora también se vaya él. En estos momentos me siento tan solo...

—Todo esto es culpa mía.

Me vuelvo y me encuentro con minidrogo quien llora desesperado. Mi primer instinto es abrazarle. Por muy mal que esté yo, estoy seguro de que él está peor.

—¿Por qué dices eso? —pregunto mientras llora apoyado en mi cuello.

—Porque es verdad. Él me pidió ayuda y yo no fui capaz de hacer nada.

Sus palabras me llegan al corazón. Me gustaría consolarle, decirle que no es culpa suya, pero no me salen las palabras. Ahora mismo no sé ni en qué pensar, por lo que me limito a llorar en silencio junto a él.

—¿Ha sido... Fiona? —pregunta Camile con miedo.

—Es la única explicación posible —responde Nicolae mirando con tristeza el cuerpo —. Según lo que nos contó el pequeño, ese era el plan. Y esa mordida... Es demasiado delicada y femenina.

Tiene toda la razón, lo que me enfurece todavía más. ¿Cómo es posible que sea mi propia hermana la que le haya matado? ¿Qué es lo que le han hecho para que actúe de esa manera?

De repente suelto al pequeño y me pongo de pie. Todos se vuelven hacia mí preocupados, pero les ignoro y me dirijo hacia la puerta con decisión.

—¿A dónde crees que vas, Draco? —pregunta mi abuelo.

—¿Dónde quieres que vaya? —respondo de mala manera —. Voy a matar a esa bruja de Alicia y a sacar de allí a mis hermanas. Voy a terminar con todo esto. ¿Es que no os dais cuenta? Ella es la culpable de todo nuestro dolor.

—¿Cómo puedes ser tan imbécil?

Me vuelvo molesto hacia la bisabuela Camile. Lo que ha dicho no me ha gustado nada.

—¿Imbécil? —contesto molesto —. ¿Te parece imbécil querer vengar la muerte de mis padres?

—No. Lo que me parece imbécil es que les vayas a entregar en bandeja lo que ellos desean. ¿Por qué no llevas contigo a tu hermana? Así tendrán vuestra esencia y el reino del terror no tardará en aflorar.

Agacho la cabeza derrotado y aprieto mis puños con fuerza. Tiene toda la razón del mundo, pero en estos momentos me siento tan impotente... Tengo que hacer algo, pero no sé ni por donde empezar.

—¿Y qué se supone que debo hacer? —pregunto furioso —. ¿Dejar las cosas como están?

De repente siento una mano sobre mi hombro y me giro para encontrarme con el bisabuelo Vlad. Eso me sorprende. Por lo general, no suele intervenir y se limita a observar.